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LAS CLAVES DE LA REFORMA

El Gobierno, a través del Ministerio del Interior, ha comenzado el proceso para lograr una Reforma Política (RP). Será un proceso largo, complejo y debatido pues las reformas siempre generan ganadores y perdedores. Será uno de los grandes temas del 2016.

Si el Gobierno mantiene la iniciativa y el debate no se encalla en algún punto de su sinuoso camino, hay elevadas chances de que la RP entre en vigor y que las reglas de juego electorales de 2017 sean muy distintas a las de 2015.  Por supuesto, la RP tendrá efectos no menores sobre el sistema político.

La agenda oficial tiene 3 ejes centrales: la implementación de la boleta única (hay múltiples formatos posibles), la unificación del calendario electoral (el alineamiento de los turnos electorales nacionales y provinciales) y, por último, la modificación de la autoridad de aplicación en materia electoral.

Asimismo, las provincias deberán encarar sus propias reformas pues son autónomas en materia electoral.

El impacto más fuerte será el generado por la boleta única, que eliminará la ventaja competitiva que tienen los partidos políticos con mayor capacidad de fiscalización y distribución previa de las boletas en papel. Con todas las boletas disponibles siempre en la pantalla (en caso que se adopte la boleta única electrónica), se emparejará la disputa electoral entre grandes y chicos y, en teoría, podríamos avanzar hacia un sistema político más equilibrado.

Asimismo, como “cortar” el voto será más fácil (solo un toque en la pantalla), habrá mayor diferenciación, por parte del electorado, entre las distintas categorías en disputa, máxime si los comicios nacionales y locales se hacen el mismo día. Habrá, por lo tanto, mayor diversidad política entre los distintos niveles (nacional, provincial y municipal).

Si se concreta, además, la RP pondrá al país en línea con las prácticas electorales más modernas a nivel mundial.