EL GOBIERNO APUESTA AL 2° SEMESTRE

“Estamos mal, pero vamos bien”. La remanida frase puede resumir el presente y el porvenir de la economía según la óptica del Gobierno. Reconocen, por lo bajo y no tanto, que estamos ante los peores meses económicos del año. Un año que, sabían de antemano, no les iba a deparar muchas gratitudes por la necesidad que arrastraba la economía de dosis mayúsculas de medicina amarga que pegarían, inevitablemente, sobre el bolsillo y la demanda agregada.

Pero, en política, el tiempo es tirano y la necesidad de presentar logros concretos debió adelantarse, y ya no se prometen los famosos brotes verdes para 2017 sino para el segundo semestre de este año.

La alusión a la herencia, luego de eternas intrigas palaciegas, ante la Asamblea Legislativa fue un suplemento adicional para transitar el desierto y una suerte de pedido de paciencia a una sociedad que no quiere perder (sea mucho o poco) de lo logrado en los últimos años. Pero no fue más que eso.

Pronto, el Gobierno recogió el guante y asumió la responsabilidad del presente económico. “Si la inflación no baja es culpa mía. No le voy a echar la culpa a otro porque el primero que tiene que dar el ejemplo soy yo, como Presidente», dijo Mauricio Macri. Y juega fuerte: “La inflación va a bajar drásticamente en el segundo semestre”. Detrás de esa apuesta está la expectativa de que la situación mejorará sensiblemente en el segundo semestre.