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SE SINCERA LA RECAUDACIÓN

La caída del nivel de actividad y la menor presión tributaria están golpeando la recaudación que en mayo profundizó la disminución en términos reales. En un contexto en el que el gobierno intenta moderar el desequilibrio fiscal, la performance que muestra la recaudación le pone presión extra al gasto que necesariamente tendrá que seguir con un ritmo de crecimiento mucho más acotado.

Concretamente, la recaudación tributaria de mayo totalizó $170,345 M lo que implica un alza de 23% respecto a un año atrás, muy poco si tenemos en cuenta que en el mismo período los precios subieron más de un 40%. El pobre desempeño del último mes estuvo muy influenciado por la baja de retenciones que cayeron 0.7% i.a. (recordemos que el gobierno eliminó los derechos de exportación para todos los productos salvo para los del complejo sojero) y por el incremento del mínimo no imponible del impuesto a las ganancias que determinó que la recaudación por este concepto registre una merma de 1.3% i.a.

Vale aclarar que pese a la caída en los ingresos por retenciones, las provincias “festejan” el repunte de las exportaciones de soja: dado que el 30% de lo que se recauda por derechos de exportación del complejo se coparticipa, el alza que registran las ventas externas sumado a la suba de tipo de cambio permitieron que las transferencias por “Fondo Soja” aumenten 41% i.a. acumulando en los primeros cinco meses del año un alza del 89%.

El resto de las los ingresos mostraron un desempeño mucho más alentador con un alza de 39% i.a., levemente por debajo de la inflación destacándose el del IVA (+41%) y los de la Seguridad social (+43% i.a.).

Con estos resultados, en los primeros cinco meses del año la recaudación subió 30% respecto al mismo período del año pasado. Los ingresos por IVA y “créditos y débitos” crecieron en torno al 35% i.a. Similar dinamismo tuvieron los ingresos ligados a la seguridad social que, pese al estancamiento en el empleo, mantienen un desempeño aceptable de la mano de las subas salariales. La devaluación y el repunte que muestran las importaciones permitieron que los ingresos por aranceles muestren un incremento del 60% i.a. Por otro lado, por las mismas razones que comentamos previamente, la recaudación por retenciones y por impuesto a las ganancias fueron los de peor desempeño con subas de sólo 20% i.a. y 18% i.a. respectivamente.

En este contexto, con el objetivo de revertir “la otra brecha” (es decir, que los ingresos aumenten por encima de los gastos) la dinámica que mostró la recaudación en mayo obliga al gobierno nacional a redoblar esfuerzos en materia de gasto. Con el gasto en jubilaciones y en seguridad social inflexibles y con las erogaciones en salarios sin mucho margen por ajustar, todo el peso sigue recayendo en los subsidios, la obra pública y las transferencias discrecionales a las provincias. Si bien se abrió la puerta al financiamiento, no es un “cheque en blanco”. Para seguir bajando el costo del endeudamiento argentino, es necesario que se consolide un escenario de mejora fiscal.

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