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BRASIL NO ES DE TEMER

Brasil empieza a despertar y la Argentina, como toda la región sueña. Con un contexto político más tranquilo, Temer empieza a cosechar adhesiones para encarrilar la economía luego de atravesar la peor recesión del último siglo. La reactivación será un aspecto clave para el repunte de las exportaciones argentinas, especialmente de productos industriales.

Concretamente, la crisis política e institucional que padeció Brasil en los últimos dos años le significó la peor recesión de la historia: entre septiembre de 2014 y junio de 2016 el nivel de actividad cayó 9,2%. El derrumbe fue generalizado; se destacó la caída de más 22% de la inversión, el consumo bajó casi 8% y el desempleo saltó de 6,8% al 11,3%. La debilidad del nivel de actividad también golpeó de lleno a la recaudación que, pese a los esfuerzos por contener el gasto, disparó el déficit fiscal mientras que la inflación se ubicó muy por encima de la meta del banco Central de Brasil.

La recesión y el salto en el tipo de cambio (pasó de R2.2 a R4.2 entre septiembre de 2014 y enero de 2016) desplomó las importaciones y recuperó el excedente comercial pese a la caída de las exportaciones. Esto fue un duro golpe para toda la región y para la Argentina en particular, dado que concentra 20% de las exportaciones.

En este contexto de inestabilidad macroeconómica tanto en Brasil como en la Argentina, el comercio bilateral se redujo notoriamente. Las exportaciones Argentinas pasaron de USD17.000 M en 2013 a sólo USD10.100 M en 2015 por lo que la participación de nuestro país como proveedor de Brasil cayó de 7.3% a 5.9% en tanto que en el mismo período, las importaciones de la Argentina pasaron de USD19.300 M a USD13.100 M reduciendo la participación de nuestro país como destino de las ventas externas de Brasil de 8.0% a 6.9%.

La pobre performance del comercio fue un duro golpe para la industria manufacturera dado que concentra casi la mitad de las exportaciones del sector. Las actividades más afectadas son la industria automotriz ( destino del 70% de las exportaciones), Plástico (60%), Papel (40%) y Maquinaria eléctrica (30%) y son las que explican prácticamente toda la caída que tuvieron las exportaciones argentinas al mayor socio comercial del mercosur.

Con este panorama, la buena noticia es que todo indica que la recesión de Brasil tocó el piso en el segundo trimestre y comienzan a notarse señales de recuperación en la industria y en la inversión. La dinámica comienza a reflejarse en los números de comercio exterior de Argentina; en agosto las exportaciones hacia Brasil subieron 3% i.a., el primer incremento en 3 años.  Se espera que en el segundo semestre la actividad comience a repuntar a paso más firme y cerraría el año con una merma de 3.0%.  De acuerdo a la encuesta semanal que realiza el Banco Central de Brasil entre los analistas, el año que viene podría crecer 1.3% (aunque las estimaciones se van corrigiendo al alza semana a semana). Este será un factor clave para la Argentina dado que el mayor nivel de actividad irá acompañado por un incremento en las importaciones lo que constituye una oportunidad para recuperar mercado y con ello revertir el rumbo de la producción industrial local.

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