Analytica

La hipótesis de una disgregación de Cambiemos.

Desde el 10 de diciembre de 2015 el presidente Macri está al frente de un gobierno poco habitual en el presidencialismo argentino. La fórmula combina a una coalición de partidos (con minoría) en el Congreso, y un partido (el macrismo) en control del Ejecutivo. En rigor, de tres ejecutivos: la Nación, la Provincia y la Ciudad.

En términos de electorado, el éxito de Cambiemos residió en haber consolidado el voto no peronista. Que estaba disperso entre diferentes fuerzas. De hecho, el rechazo al peronismo es uno de los elementos que nuclean al voto por Mauricio Macri y Cambiemos en un momento económico difícil, que pesa sobre las espaldas del gobierno. La mayoría de los que apoyan a Macri y están dispuestos a reelegirlo están insatisfechos con la marcha de la economía. Y tienen bajas expectativas sobre el futuro. Pero se mantienen a su lado «para evitar que vuelva» la oposición.

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Habida cuenta de lo anterior, una de las principales amenazas que enfrenta Macri es la disgregación de Cambiemos. A nivel dirigencia o de segmentos de su electorado «fiel», que oscila alrededor de 30 puntos porcentuales. El crecimiento o la consolidación de la oposición es una amenaza de segundo orden: la más inmediata está en casa.

Concretamente, hoy Cambiemos enfrenta tres amenazas: la formación de una fórmula neo radical, la creación de un nuevo partido de derecha, y la posible salida de Elisa Carrió.

  1. La fórmula neo radical. El GEN de Margarita Stolbizer, el Partido Socialista de Santa Fe y algunos radicales insatisfechos -por ejemplo, Ricardo Alfonsín- han conversado acerca de la posibilidad de formar un frente electoral para las presidenciales. Podría sumarse, eventualmente, Martín Lousteau.

Recientemente se reunieron con Sergio Massa, aliado hasta hace poco de Stolbizer. Eso es bueno para Cambiemos, ya que Massa atrae a otro votante y aleja a los no-peronistas.  Pero se trata de una hipótesis. Si se logra la fórmula no peronista de centroizquierda, puede robar algunos votos clave a Macri.

  1. La creación de un partido de derecha dura. La crítica por derecha del macrismo existe desde hace tiempo. Pide más mano dura, más ajuste y más antikirchnerismo. Y el efecto Bolsonaro creó cierto envalentonamiento. Votantes para un partido así hay. Pero no hay quien lo represente. Sin embargo, hay motivos para creer que si alguien como José Luis Espert arma una lista y se lanza a la carrera electoral… podría obtener unos puntos que restarían al lote de votos del oficialismo.

 

  1. La posible salida de Carrió (y los radicales). La diputada y «fundadora de Cambiemos» está tomando distancia creciente de Macri. Algunos radicales comienzan a mostrar diferencias con el Presidente, y sueñan con presentar una fórmula propia en las primarias. A medida que se profundiza el descontento con la economía, los aliados del PRO recuerdan su identidad pre-Cambiemos. Más allá del «daño» electoral de la ruptura, está la dimensión moral: la salida de integrantes de una coalición indica que algo del proyecto original que motivó la unión ha fracasado.

 

Esta hipótesis de disgregación implicaría, también, la fragmentación del sistema partidario. Organizado hasta ahora alrededor de la dicotomía entre kirchnerismo y macrismo. Abre puertas a un escenario incierto: no solo hay que definir candidaturas, porque aún no está claro cuáles serán los partidos en disputa.

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Fuente: observatorio electoral: Encuesta nacional, 1590 casos telefónicos, 10 al 13 de SEPTIEMBRE de 2018, Observatorio Electoral.