Analytica

Elecciones en Neuquén: el MPN continúa al frente de la provincia

Por Julio Burdman

En la elección del domingo 10 de marzo, la primera de un extenso calendario de comicios provinciales desdoblados de los nacionales, el gobernador Omar Gutiérrez logró la reelección con casi 40% de los votos. Un resultado que debe a una gestión que puede mostrar logros pese al entorno nacional adverso. Y también, sin dudas, a la incidencia de su partido, el Movimiento Popular Neuquino (MPN), en la vida política provincial.

Gutierrez

 

Esta incidencia ya no sorprende porque el MPN viene ganando en forma consecutiva todas las elecciones democráticas de gobernador desde el año 1963. El MPN es un partido “neuquenista”. Fundado en 1961 por los hermanos Sapag en el marco de la proscripción del peronismo (y el exilio de Perón) a nivel nacional, se lo definía como partido “neoperonista”. En los comienzos no utilizaba ninguno de los términos ni símbolos partidarios del justicialismo, por obvias razones; en los años setenta tuvo un reencuentro con sus fuentes, pero a partir de entonces fue adquiriendo una identidad cada vez más diferenciada y propia. Es la expresión política del localismo que necesitaban las nuevas provincias frente al predominio geográfico del litoral y la pampa húmeda.

Este partido, como podemos ver en la tabla adjunta, ha ganado todas las elecciones de gobernador desde la democratización de 1983. Ese año lo hizo con el 55,3%, en 1987 con el 47,4% y en 1991 con el 52,1%. En 1995 llegó al punto más alto de la serie al recibir el 61,2% de los votos, luego en 1999 alcanzó el 44,2% y ya entrado el nuevo siglo, en 2003, obtuvo el 56,1% de los votos. En 2007 vuelve a ganar con el 48,3%, en 2011 consiguió un porcentaje muy similar al anterior con 48,9% y en 2015 obtuvo el 40,6% de los votos. En 2019, con un 98,27% de los votos contabilizados, ha ganado los comicios con un 39,9% de los votos.

 

cuadro julio

G1_502 (Blanco)

El domingo pasado el gobernador Gutiérrez obtuvo un porcentaje de votos muy similar al de las elecciones de 2015. Hubo otro elemento a tener en consideración y fue la escisión del partido encarnada por la candidatura del ex gobernador Jorge Sobisch, quien compitió con el sello del Partido Demócrata Cristiano y obtuvo algo más de 5 puntos porcentuales. Es por lo tanto dudoso que el MPN haya perdido votos en elecciones recientes: mantiene su posición dominante y en este caso le suma un buen resultado en la capital provincial -que actualmente es gobernada por Cambiemos-, la recuperación de algunas ciudades del interior y su consolidación en la zona turística. Si hacemos también una comparativa por localidad con las elecciones provinciales pasadas, encontramos que los resultados han sido similares: MPN, Peronismo y Cambiemos (con un fuerte componente radical) tienen electorados estables.

Pese a ello, la elección quedó atravesada por lecturas “nacionalizadas”. La presencia de un candidato apoyado por Cristina y Oscar Parrilli al frente de la boleta del peronismo –relativamente- unido (Unidad Ciudadana + Frente Neuquino) y las aspiraciones de Cambiemos de terciar en la elección a partir de un candidato radical con peso propio -Horacio “Pechi” Quiroga- le otorgaron un componente adicional a las especulaciones. Neuquén además tiene el ingrediente de ser una provincia importante en el imaginario económico argentino actual porque es donde se encuentra la mayor extensión de Vaca Muerta (área que llega, de hecho, hasta Mendoza) y hay una gran expectativa depositada en las inversiones energéticas que pueden realizarse. Recuérdese que, de acuerdo a la Constitución, las provincias son dueñas de los recursos del subsuelo y por ende tienen una clara influencia a la hora de establecer el clima de negocios correspondiente a la actividad energética.

Neuquén es una rara avis en la economía argentina de hoy. Es una de las pocas –sino la única- que está creciendo, recibe inversiones directas y genera empleo. Como ha destacado el gobernador reelecto, en Neuquén se radican 23 familias por día atraídas por las oportunidades laborales. El Índice de Impulso Inversor que realizamos con Analytica Consultora muestra que Neuquén recibe mejores calificaciones que el promedio nacional en materia de clima de negocios, entorno institucional y decisión de invertir por parte de los empresarios locales. Más allá de la estabilidad del voto que surge del análisis histórico de los resultados hay que destacar que el contexto económico local y la satisfacción con el mismo por parte de los diferentes actores que conocen la provincia contribuyen a la hora de explicar la continuidad de éste partido, cuya identidad reside en la defensa de los intereses económicos provinciales frente al gobierno nacional, al frente de la gobernación.

De ésta forma podemos concluir que la reelección de Gutiérrez en Neuquén, tras haber sorteado con éxito una compleja interna partidaria poco tiempo atrás, era un resultado esperable y que responde a las características económicas y electorales de un distrito bastante interesante -en perspectiva comparada- dentro de la política argentina. Es una elección que hay que explicar a partir de la dinámica local: la búsqueda de lecturas nacionalizadas de la elección ha estado sobredimensionada en los medios de comunicación. El MPN sigue siendo la fuerza dominante de la política neuquina -en lo que respecta al nivel provincial, ya que se trata de un partido que pierde con frecuencia las elecciones legislativas nacionales- y eso nos ayuda a entender también la estabilidad y la satisfacción de los actores locales con la economía provincial.