Analytica

Un primer balance de las elecciones provinciales de 2019.

Por Julio Burdman

El año electoral 2019 se caracteriza por un fenómeno inusual de desdoblamiento de las elecciones provinciales. Desde marzo, la mayoría de los domingos se vota en algún lado. Dos de cada tres provincias tuvieron o tendrán elecciones locales separadas de las nacionales. A ello hay que sumar otro dato significativo: también en dos de cada tres provincias, Cambiemos ya no se denomina así, porque los frentes provinciales dominados por el radicalismo han preferido adoptar otras denominaciones. Esta situación es muy distinta de las elecciones de 2017, donde en todos los distritos salvo en la Ciudad de Buenos Aires, el oficialismo utilizó el mismo nombre que en las presidenciales de 2015. Hay, en definitiva, un alejamiento (¿espíritu de preservación?) de la política provincial respecto de la nacional.

Hasta la fecha hubo siete elecciones provinciales: cinco primarias y dos generales. Se trata de las provincias de La Pampa (primarias no obligatorias; las elecciones se realizarán el 19 de mayo), Neuquén (gobernador y legisladores provinciales), San Juan (primarias para gobernador; las elecciones provinciales generales se harán el 2 de junio), Río Negro (gobernador y legisladores provinciales), Entre Ríos (primarias para gobernador; las elecciones provinciales generales se harán el 9 de junio), Chubut (primarias para gobernador; las elecciones provinciales generales se harán el 9 de junio) y Santa Fe (primarias provinciales generales; las elecciones se harán el 16 de junio). Hubo también elecciones municipales en Córdoba y Mendoza. Próximamente (el 12 de mayo) habrá elecciones provinciales generales en otra provincia clave: Córdoba.

Una primera lectura de los resultados (tomando a la cantidad de votos obtenidos como indicador) de estos siete comicios muestra que:
– En La Pampa solo se votó lugar dentro de la alianza Cambiemos, imponiéndose cómodamente el precandidato del radicalismo (Kronenberg) sobre el del PRO (Mac Allister).
– En Neuquén se reeligió el gobernador Omar Gutiérrez (MPN), dejando en segundo lugar al peronismo – kirchnerismo y en el tercero a Cambiemos.
– En San Juan se impuso cómodamente en cantidad de votos el peronismo, y el gobernador Uñac se proyecta hacia su reelección.
– En Río Negro se impuso cómodamente la candidata del gobernador, Arabela Carreras (Juntos Somos Río Negro), dejando en segundo lugar al peronismo – kirchnerismo y en el tercero -lejos- a Cambiemos.
– En Entre Ríos triunfó ampliamente el peronismo unido (Federal + Kirchnerismo), y el gobernador Bordet se proyecta hacia su reelección.
– En las primarias Chubut el candidato más votado fue el gobernador Arcioni, aunque en cantidad de votos la fuerza más votada fue el peronismo – kirchnerismo; las elecciones estarán disputadas entre Arcioni y el kirchnerista Linares; Cambiemos quedó muy relegado
– En Santa Fe se impuso en cantidad de votos el postulante socialista, el ex gobernador Antonio Bonfatti, aunque en cantidad de votos la fuerza más votada fue el peronismo. Las elecciones estarán disputadas entre Bonfatti y el justicialista Omar Perotti.

En las seis elecciones en las que compitió el oficialismo provincial, sus candidatos fueron los más votados. Las fuerzas provinciales en Neuquén y Río Negro demostraron su superioridad; en las otras provincias, en dos el gobernador reelegirá seguro y en otras dos, la competencia será entre el oficialismo provincialista y el peronismo. En ninguna de las elecciones Cambiemos tiene posibilidad de ganar.

El caso de Santa Fe es particularmente interesante. Allí, las encuestas y estudios cuantitativos electorales (de inferencia estadística por circuito) sostienen que hubo transferencia de votos (alrededor de 5 puntos porcentuales) desde Corral -el candidato cambiemita- hacia el socialista Bonfatti. Una tendencia preocupante para Cambiemos en el cálculo nacional, ya que el fantasma de la transferencia de Macri a Lavagna (quien es, además, el candidato presidencial apoyado por Bonfatti) asoma por el horizonte. En Córdoba todo indica que Schiaretti se impondrá cómodamente ante un Cambiemos partido en dos, y la duda es si el gobernador cordobés -uno de los políticos más importantes de la Argentina- apoyará a Lavagna o intentará jugar una carta en el peronismo.

schiaretti-y-perotti

G1_502 (Blanco)

En el análisis político nacional hay una tendencia a sobre-analizar las implicancias de los resultados en la presidencial. Se trata de dos escalas y lógicas distintas. Aunque las elecciones locales crean clima y muestran algunas pistas. Estamos asistiendo al desgajamiento de Cambiemos a nivel local y al fortalecimiento del peronismo en distritos clave. Un dato clave para las proyecciones nacionales es cómo se vienen organizando los espacios y coaliciones políticas en los distritos. Para el peronismo y para Cambiemos, las provincias ponen a prueba cuán unidos están sus dirigentes (y sus votantes). Cambiemos debe demostrar que no se disgrega, y el peronismo que es capaz de unirse. La crisis económica terminará definiendo hasta qué punto estos armados provinciales se coordinarán -o no- a nivel nacional para las elecciones presidenciales. Tanto el peronismo unificado como el Cambiemos que resiste la dispersión enfrentan la amenaza del proyecto Lavagna. Y cada elección provincial en la que el ex ministro de Duhalde y Néstor Kirchner no es protagonista es una confirmación de que la elección de octubre será entre los dos grandes de la grieta.