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UN NUEVO CICLO EN LA REGIÓN

En la última década, el boom en el precio de los commodities y la elevada liquidez en los mercados financieros globales le permitió a los países de la región crecer en un contexto de superávit tanto en la cuenta corriente como en la cuenta capital y financiera. Ambos efectos resultaron en un aumento en las reservas internacionales y una mayor capacidad de respuesta frente a escenarios adversos como la crisis de 2008/09. Sin embargo, desde 2012 los precios de las materias primas vienen en baja y con ello tanto el saldo comercial como el de la cuenta corriente dejó de ser favorable. En los próximos años el rol del financiamiento externo va a ser aún más importante.

En Brasil, las exportaciones sufren una fuerte reprimarización. La venta de productos primarios al exterior representaba 28% a principios de los 2000´s mientras diez años después 47%. El boom de la soja fue uno de los responsables, el poroto de soja duplicó su gravitación desde 2001 llegando al 10% de las exportaciones en 2013. Es por ello que la caída en el precio de los commodities llevo a un estancamiento de las ventas externas. En paralelo las importaciones siguieron creciendo por lo que el superávit comercial se redujo a apenas USD 2.553 M en 2013;  menos de un décimo del registrado sólo dos años antes. En este contexto, el déficit de cuenta corriente brasilero va en aumento desde 2010 y ya representa 3,6% del PIB. En la primera mitad del año la tendencia no se modificó, las exportaciones y las importaciones se redujeron en casi la misma proporción mientras el déficit de cuenta corriente se mantuvo constante respecto a igual periodo del año pasado.

Chile tampoco pudo reducir su dependencia a las commodities. La venta de bienes industriales al resto del mundo perdió 15 p.p de participación sobre el total entre 2003 y 2013 a manos del cobre, que ya representa más de la mitad de las exportaciones. Obviaemente, la caída en el precio del cobre desde 2012 -8% promedio anual- generó una merma de las exportaciones en los últimos dos años, -4% en 2012 y -1,6% en 2013. Al mismo tiempo las importaciones siguieron creciendo y cuando no lo hicieron, como en 2013, tuvieron una caída menor que las exportaciones. Así las cosas, el saldo comercial el año pasado fue sólo un 13% del de 2010. Desde 2011 la venta de bienes al resto del mundo ya no compensa el déficit en la cuenta de servicios y rentas, por lo que la cuenta corriente se volvió deficitaria, llegando a representar 3,5% del PIB en 2013. Este año el precio del cobre sigue en caída (-7%) impidiendo un repunte. Sin embargo, producto de la menor demanda interna, principalmente de bienes de capital las importaciones cayeron 8% aumentando el superávit comercial, lo que posibilitó acotar el  déficit de cuenta corriente en el primer trimestre del año.

En Colombia el aumento en la producción de crudo durante la última década junto con mayores precios internacionales en el barril de petróleo incrementó el peso del sector en las exportaciones. En 2013 representaron 55%, 45 p.p. más que diez años atrás.  El sector primario ya concentra más del 70% de las ventas al exterior de Colombia. El estancamiento en el precio de las materias primas generó que, a pesar de aumento en las cantidades vendidas, las exportaciones  en valor se reduzcan 2% en 2013, mientras las importaciones aumentaron en igual proporción. Así las cosas, el déficit comercial más que se duplicó respecto a 2012 y el déficit de la cuenta corriente llegó a 3,3% del PIB. Este año no comenzó de forma diferente, las exportaciones cayeron 5% durante los primeros cinco meses del año. Como resultado en el primer trimestre el déficit de cuenta corriente aumentó 25%.

Desde el año 2000 hasta hoy Perú creció a un promedio anual de 6,4%,  la segunda mayor tasa de crecimiento de América Latina, por detrás de Panamá. El boom en el precio de los minerales fue fundamental. Las exportaciones mineras alcanzaron USD 23.257 M en 2013 mientras en 2003 eran apenas por USD 3.800 M. Las materias primas representan el 75% de las exportaciones, más de 5 p.p. que en los 2000´s. La caída en el precio del cobre en 2012 y 2013 y del oro el año pasado derrumbaron el saldo comercial: cayó 40% en 2012 mientras en 2013 por primera vez desde 2001 se registró déficit comercial (- USD 365 M). Como resultado el saldo negativo de cuenta corriente creció en USD 3.000 M por año desde 2012 llegando a 4,5% del PIB en 2013. El panorama no es más alentador este año, en los primeros seis meses el déficit comercial fue de USD 2.200 M, principalmente por menores exportaciones de oro, cobre y gas natural, por lo que el déficit de cuenta corriente durante el primer trimestre aumentó 16% respecto a igual periodo del año anterior.

Los cuatro países señalados siguieron diferentes estrategias de política macroeconómica durante los últimos diez años pero no pudieron resolver la dependencia al precio de los commodities. El nuevo ciclo bajista que parece haber iniciado en 2012 pone en aprietos a las cuentas externas de la región. La respuesta de los diferentes gobiernos puede contemplar políticas comerciales más proteccionistas, menos incentivos a la demanda y/o variaciones en el tipo de cambio. Lo que sí es seguro es que va a aumentar la dependencia al financiamiento externo. Habrá que seguir de cerca la evolución del flujo de capitales internacionales ante un endurecimiento de la política monetaria de la Fed.

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