Analytica

BRASIL: LA ELECCIÓN POR EL CAMBIO (II)

Algunos analistas entienden que Marina Silva habría llegado al techo de crecimiento de su intención de voto en la última semana y que es posible que en las próximas semanas se mantenga estable o caiga levemente de no ocurrir ningún evento inesperado.

Por otra parte también se estima que, para que Dilma tenga condiciones de ganar en una segunda vuelta electoral debería tener una diferencia a su favor no menor a 5/7 puntos porcentuales sobre Marina, lo que no parece un escenario con amplia probabilidad de ocurrencia hoy en día.

Una cuestión que ha comenzado a surgir en algunos sectores cercanos al PSDB (Partido de la Social Democracia Brasilero)  y sus aliados es la posibilidad que la candidatura de Aecio Neves, que aparenta no despegar en este nuevo escenario, sea dada de baja y de su apoyo a Marina Silva, buscando derrotar al PT (Partido de los Trabajadores) y sus aliados en una primera vuelta electoral y posicionándose como pivot central de una coalición parlamentaria de apoyo a un eventual gobierno de esta candidata. Dado que el voto en el PSDB y DEM (Demócratas) es, esencialmente, un voto anti PT, cabe esperar que ese electorado se vuelque masivamente a apoyarla.

Los elementos que sustentan esta línea de análisis apuntan a que Aecio no alcanzaría el 15% de los votos válidos y a la debilidad del candidato que eligió para su estado natal, Minas Gerai, lo que contribuiría a una erosión adicional de su capital político dentro del PSDB. De esa forma tiene un panorama complicado para sus perspectivas políticas de largo plazo.

En Brasil existe el llamado ¨Presidencialismo de Coalición¨, a través del cual el Presidente de la República se elige por mayoría pero no tiene una base propia en el Congreso que le permita gobernar, por lo cual debe articular esa base de forma a construir las mayorías necesarias para poder aprobar las leyes de su interés.

La coligación de Marina contará con una pequeña cantidad de legisladores propios en el Congreso y deberá construir una mayoría parlamentaria que exigirá negociaciones y concesiones, así como una cooptación a través de la entrega de ciertos ministerios a los partidos que forman parte de la mayoría parlamentaria.

Las características personales de la candidata, (ver “Brasil: La elección por el cambio”, Analytico #284), no parecen ser las que pavimentan el camino de una fácil construcción de mayorías parlamentarias, aunque desde diversos partidos, hoy en la base del gobierno, se comienzan a advertir señales de interés en acercarse a la candidata.

Pero si contara con la adhesión del PSDB, DEM y PPS, podría empezar su gobierno con un margen mayor de maniobra dentro del Congreso Nacional, particularmente dentro de la Cámara de Diputados. En la Cámara de Senadores su situación será bastante más complicada dado que ya se ha manifestado públicamente contra eventuales alianzas con el PMDB (Partido de Movimiento Democrático Brasileño), que es controlado por el sector más fisiocrático del partido y que junto con los senadores del PT controlan la mitad de las bancas.

En definitiva, el escenario para un eventual gobierno de Marina Silva, no parece el más fácil y el argumento de que la movilización de la calle podrá presionar al Congreso, no tiene antecedentes comprobables de éxito, ni aún en situaciónes críticas como las de Junio de 2013, donde este consiguió diluir todos los proyectos que implicaban una pérdida de su poder corporativo.

Para terminar debe señalarse también que Marina Silva, aunque sin dudas es la candidata que más representa el deseo de un eventual cambio en la sociedad, es también una enorme incógnita. Y que muchos sectores empresarios no parecen estar preparados para aceptar el riesgo que esto significa, punto que parece tener condiciones de convertirse en uno de los ejes de la campaña del PT.