Analytica

CORRECCIÓN INEVITABLE

El déficit fiscal continúa creciendo y la asistencia financiera del Banco Central al Tesoro está llegando al límite. En los próximos meses la situación tenderá a agravarse; esperamos una fuerte emisión de pesos que complicará aún más la delicada situación del mercado cambiario. Este año el rojo fiscal será récord y reencauzar las cuentas en 2015 parece ser una misión tan difícil como la de llegar a un acuerdo con los holdouts.

Concretamente, en julio el resultado primario “limpio” (sin contabilizar los ingresos por “rentas de la propiedad” del BCRA y del Fondo de Garantía de Sustentabilidad de la ANSES) marcó un déficit de $8.500 M, cuatro veces superior al de un año atrás. Contabilizando los intereses pagados, el rojo fiscal llegó a $10.500 M, prácticamente el doble al de julio de 2013. Con este resultado, en los primeros siete meses del año el déficit primario alcanzó a $58.000 M y el rojo global trepó a casi $100.000 M.

El empeoramiento de las cuentas públicas obedece a que los ingresos crecen cada vez menos mientras el gasto continúa sin dar señales de moderación. De hecho, en julio los ingresos “genuinos” subieron 33% i.a., 2 puntos menos que el alza de los primeros seis meses del año. Se destacó la importante moderación de la recaudación por IVA que de aumentar al 37% i.a. en la primera mitad del año, en julio lo hicieron al 30% i.a. (tendencia que continuó en agosto) mientras que los ingresos de la seguridad social crecen a un ritmo de apenas el 25% i.a.. Sólo escaparon a esta tendencia las retenciones a las exportaciones, que mantuvieron una buena performance impulsados por la devaluación.

El gasto primario creció 41% i.a., 3 puntos menos al registrado en el primer semestre, moderación explicada fundamentalmente por el transitorio freno en las transferencias al sector privado. Concretamente, el gasto primario sin subsidios subió al 48% i.a., casi 10 puntos más que en el primer semestre mientras que las transferencias al sector privado mostraron un incremento de apenas el 19% i.a., muy por debajo del alza del 70% i.a. registrado en la primera mitad del año. El menor dinamismo de los subsidios se dio tanto en los económicos como en los sociales, que de aumentar al 73% i.a. y 63% i.a en julio lo hicieron al 18% i.a. y 26% i.a. respectivamente. El freno en los subsidios económicos fue porque en julio no se giraron los fondos a CAMMESA y ENARSA, que fueron transferidos en agosto.

Para financiar el creciente desequilibrio fiscal, el gobierno depende cada vez más de las transferencias del BCRA y del FGS. De hecho, en los primeros siete meses totalizaron $61.000 M ($39.000 M fueron del BCRA) casi tres veces más de lo que le giraron en el mismo período del año pasado. Incluso, durante agosto y en la primera quincena de septiembre, la emisión monetaria para financiar al Sector Público sumaron otros $38.000 M (versus $15.000 M en el mismo período del año pasado).

El panorama fiscal hasta fin de año es sumamente delicado. Sin chances de achicar la brecha entre el crecimiento de los ingresos y del gasto, estimamos que 2014 cerrará con un déficit primario (sin transferencias del BCRA y del FGS) superior a $ 200.000 M, el doble al del año pasado, en tanto que el resultado global marcará un récord de $ 300.000 M (6.5% del PBI).

Para 2015 la situación es más compleja. En pleno año electoral, donde el kirchnerismo se juega la lógica del poder de los próximos años, el gobierno no podrá seguir expandiendo el gasto al nivel que lo viene haciendo y más aun con la recesión golpeando cada vez más a los ingresos.

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