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BRASIL VOTÓ CON EL BOLSILLO

Aecio Neves logró una clara ventaja sobre Marina Silva y enfrentará a Dilma Rouseff  en el ballotage que define al próximo presidente de Brasil. Aquellos que no simpatizan con el PT se inclinaron por un candidato opositor que marca una ruptura más significativa con el modelo del gobierno petista y relegaron a la otra candidata de peso,  Marina Silva (PS). Por cuarta elección consecutiva la presidencia se dirimirá entre el Partido de los Trabajadores (PT) y el Partido de la Social Democracia Brasilera (PSDB).  Por el momento hay un empate técnico.

El análisis de los resultados de la primera vuelta indica que Brasil votó con el bolsillo. En los quince estados donde se impuso Dilma el salario real durante la gestión petista aumentó en promedio  50%, en los diez donde ganó Aecio Neves 38% y finalmente en los únicos dos donde se impuso Marina Silva 34%.

Si bien los trabajadores de todos los Estados mejoraron su situación, como ya escribió Keynes en su famoso libro “Teoría general del empleo, el interés y el dinero” (1936), las personas no reclaman mirando su salario absoluto sino relativo, o sea en comparación a la evolución del salario del resto de los trabajadores.

Los diez estados donde más creció el salario real se encuentran en el norte y nordeste de Brasil; la región históricamente menos productiva y más rezagada: concentra el 36% de la población y genera sólo el 19% del PIB. En 2002, cuando el PSDB dejó el poder, el nivel de pobreza llegaba casi al 50% de la población mientras durante la gestión petista se redujo a 25%  (aunque sigue 9 p.p. por encima de la media nacional). El impacto que tuvo el plan Bolsa Familia para reducir la pobreza en el norte y nordeste es alto, el 76% de los planes van hacia esa región.

Así las cosas, Dilma se impuso en 12 de los 16 estados de norte y nordeste de Brasil. Los cuatro restantes se los repartieron en partes iguales Aecio y Marina.

Las medidas que tendieron a mejorar la situación de los sectores más vulnerables como el plan Bolsa Familia o Minha Casa Minha Vida y el considerable aumento del salario mínimo, el más alto de la historia, tuvieron un impacto considerable en la redistribución del ingreso. Durante los tres mandatos del PT, los dos de Lula y el actual de Dilma, las familias de ingresos medios y bajos se hicieron del 66% del aumento en la renta de las familias, 20 p.p. más que durante el último presidente del PSDB, Fernando Enrique Cardoso.

La contrapartida fue que las familias del decil más rico de Brasil pasaron de apoderarse de más del 50% a menos del 35%.

En consecuencia, era esperable que en aquellos estados donde se concentra la mayor parte de la riqueza de Brasil, el salario medio es más alto y la tasa de pobreza es más baja se haya impuesto el candidato de la centro-derecha, Aecio Neves. En San Pablo obtuvo el 44,22% de los votos, sacándole casi 20 p.p. de diferencia a Dilma quien se ubicó segunda con 25,82% a penas por delante de Marina, 25,09%

Parecía ilógico esperar otro resultado, si bien San Pablo tiene el salario medio más alto del país después de Brasilia, fue donde menos creció bajo la administración del PT, 15%. De todas formas, Dilma debe apelar a la heterogeneidad que existe e intentar coaptar parte de los 5.760.000 de votos que en San Pablo fueron a Marina; para poner en perspectiva es casi la misma cantidad de votos que sacaron Dilma y Aecio juntos en Rio Grande do Sul. El peso de San Pablo en la economía también es determinante ya que concentra el 32,6% del PIB.

El candidato del PSDB al mismo tiempo se adjudicó los cuatro estados que conforman la región centro-oeste y todos los estados del sur y sudeste, exceptuando a Rio Grande Do Sul, de una importante tradición progresista, Rio de Janeiro y Minas Gerais, que es casualmente donde inició su carrera política y fue gobernador durante siete años.

Por su parte Marina Silva se impuso en el Estado de Acre y de Pernambuco, pertenecientes a la región Norte y Nordeste respectivamente. El primero tiene una baja incidencia en las elecciones, apenas votaron 500.000 personas y es justamente de donde es originaria. Allí en segundo lugar se ubicó Aecio pero por apenas 2 p.p. sobre Dilma. Casualmente junto con San Pablo es el Estado donde menos creció el salario real.

El otro Estado donde Marina concentró la mayor parte de los votos fue Pernambuco,  que con más de 6.000.000 de electores reviste de mayor importancia de cara al próximo ballotage. Considerando el perfil de sus votantes, que Dilma sacó 44,22% de los votos, apenas 4 p.p. menos que Marina y que Aecio no llegó al 6%, parece poco probable que el PT no logre pasar al primer lugar en los próximos comicios.

Las encuestas hasta ahora muestran un empate técnico entre Dilma y Aecio para el ballotage. Y se mantiene la lógica: la intención de voto para el candidato del PSDB es del 63% entre aquellos que ganan más de cinco salarios mínimos por mes mientras entre los más pobres el PT tiene el 58% de la intención de voto.

La dualidad Norte-Sur lejos está de desaparecer y se evidencia en el proyecto político que eligen sus respectivos habitantes. En todo proceso redistributivo se generan ganadores y perdedores dando lugar a tensiones. Pase lo que pase en el ballotage está claro que la transformación que inició el PT dejará marcas y el candidato electo deberá pensar cómo integrar un Brasil que todavía mantiene niveles muy elevados de desigualdad no sólo entre sus regiones sino también al interior de las mismas.