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IT’S UP TO YOU… AXEL

El BCRA solo no puede. Estabilizó las reservas internacionales, domesticó las expectativas de devaluación y mantiene los depósitos en alza, pero los problemas de fondo se mantienen intactos. La falta de dólares dificulta la recuperación de la actividad al tiempo que el déficit fiscal obliga a emisión creciente de pesos. Sin dudas, el gran ausente de la Pax Cambiaria es el Tesoro Nacional. Las condiciones financieras favorables generan una nueva ventana de oportunidad para evitar sobresaltos en el mercado cambiario.

Concretamente, las Reservas internacionales cerraron febrero en USD31.470 M, casi USD4.000 M más que un año atrás. Como lo venimos destacando, lo que sostiene a las reservas es el financiamiento que logró el BCRA a través de los swaps con el Banco Popular de China mientras que el saldo de operaciones en el mercado cambiario acumuló en dos meses ventas netas por casi USD600 M, el peor resultado para el primer bimestre de la última década. Esto marca la dificultad que existe para revertir el saldo de las operaciones cambiarias a pesar de las restricciones a las importaciones.

Con atraso cambiario creciente, precio de exportaciones en baja y prácticamente sin financiamiento externo, difícilmente podamos ver al sector privado revirtiendo su  saldo negativo. Apostar a la caída del nivel de actividad para mantener el superávit comercial resulta muy costoso y no sería suficiente para abastecer la demanda de divisas del sector público con vencimientos  USD15.000 M. Teniendo en cuenta que en un mundo sin muchas oportunidades de inversión y que el rendimiento de los bonos argentinos es “tentador”, la apuesta oficial parece ser una nueva emisión de deuda. Si logra su cometido la pax cambiaria tendría mucho más sustento e incluso se podría pensar en una relajación de los controles.

Además de tener la llave de los dólares, Axel también puede contribuir a quitarle presión a la maquinita, el mayor riesgo que enfrena la estabilidad cambiaria. De hecho, en los primeros dos meses del año la asistencia del BCRA al tesoro sumó $22.000 M, casi cinco veces más que en igual período del año pasado a lo que se sumó la expansión por la cancelación de pases pasivos y otras operaciones que generaron una expansión adicional de casi $9.000 M (vs $700 M en 2014). Con la emisión de $41.000 M de lebacs (9% más que el año pasado) y $5.000 M por venta de divisas en el mercado de cambios. Con estas operaciones, entre enero y febrero la base monetaria se contrajo en $16.000 M (3.5%), la mitad a lo que lo había hecho en el mismo período del año pasado, por lo que en los últimos doce meses la BM aumentó 30%. Sin dudas, no es una buena noticia: el año pasado le transfirió $160.000 M y si el Tesoro no modera el desequilibrio fiscal y/o realiza una colocación más agresiva de pesos, la asistencia al Tesoro volverá a romper un nuevo récord, tornándose un camino muy peligroso del cual no será sencillo salir.

Así las cosas, es Axel quien tiene la posibilidad de hacer de la pax cambiaria más duradera. Si continúa en este esquema de dominancia fiscal y sin financiamiento externo, los costos para el nivel de actividad serán crecientes.

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