Analytica

ORDENAR EL FINANCIAMIENTO

Con un desequilibrio fiscal que tardará en acomodarse y con un mercado cambiario que no le sobra nada, cerrar el capítulo de los holdouts y salir del default técnico es un paso tan necesario como urgente para ordenar la política de financiamiento tras varios años de desbarajuste. Además de quitarle presión a la política monetaria, cerrar el capítulo permitirá reducir el costo financiero y agilizar el ingreso de capitales no sólo para el gobierno nacional sino también para las provincias y empresas. Aunque resta mucho camino por recorrer, esperamos que la oferta presentada por el gobierno a los fondos litigantes tendrá una buena aceptación y el juez Griesa podría reponer la medida cautelar (el stay) en las próximas semanas. Sin dudas, es una buena noticia para una economía que necesitará de los dólares financieros para seguir avanzando el plan de estabilización de la economía.

Tras casi 14 años, el gobierno de Macri busca ponerle punto final a un de conflicto que prácticamente lo marginó de los mercados de capitales y le impidió aprovechar tasas de interés bajísimas, dada la enorme que liquidez global. El impedimiento no fue sólo para el gobierno sino que el sector privado también resultó perjudicado por no poder financiar con normalidad inversiones clave en sectores estratégicos y retroceder varios casilleros como destino de Inversión Extranjera Directa (IED). Si bien el litigio con los holdouts comienza en 2005 cuando algunos tenedores de deuda no aceptaron el canje propuesto por el entonces presidente Kirchner, el país fue perdiendo en todas las instancias en los tribunales de Nueva York por el pari passu (los HO reclamaban un tratamiento igualitario respecto a los que aceptaron el canje lo cual implicaba pagarle la misma proporción de la deuda cada vez que se realizaba un pago de los bonos canjeados) la situación tocó el máximo nivel de tensión a mediados de 2014 cuando, tras varias apelaciones de la Argentina, la Corte de Justicia Americana dejó en firme el fallo de Griesa que obligaba al país a pagarle el 100% a los HO. Si bien en aquel entonces Argentina tenía como argumento que no podía afrontar el fallo porque estaba vigente la cláusula RUFO (no podía mejorar la oferta de los canjes de 2005 y 2010) hasta el 1/1/2015, el tiempo demostró que fue un “excusa” utilizada con fines políticos (el “patria o buitres”) y que CFK no iba a acatar el fallo, situación que llevó a la Argentina no sólo al default técnico, pues no podía cumplir con los pagos de deuda canjeada, y de desacato. El resultado de esta estrategia fue un fuerte incremento en la deuda, no sólo por el capital y los intereses devengados, sino también por los punitorios. Es decir, un conflicto por algo más de USD500 M originales, se transformó en casi USD11.000 M al incluir a los “me too”, sólo con legislación de NY (ampliando a deuda con legislación europea llegaría a USD19.000 M).

La necesidad tiene cara de hereje. En un contexto en el que el atraso cambiario, la caída de precios de materias primas y la crisis energética terminaron con el superávit comercial y llevaron a casi el 3% el déficit en cuenta corriente, sin margen para perder reservas internacionales, la liberalización de la cuenta financiera es determinante para que no sea el nivel de actividad quien haga el ajuste. Así las cosas, el nuevo equipo económico cambió la estrategia que llevó adelante Kicillof y comenzó a utilizar todas las “ventajas” que dio el juez Griesa y se reunió con el mediados por definir la oferta a los HO. Tras una semana de negociaciones, la Argentina presentó una oferta en la que espera una quita de los punitorios, del orden de 30% sobre el monto total con pago en efectivo. Si bien se espera la respuesta de los fondos más duros (sólo aceptaron la oferta 2 fondos que representan 10% del total), la buena recepción del mediador podría mejorar las chances. Con el apoyo del mediador y habiendo encaminado las negociaciones, la noticia que esperamos para el corto plazo es que Griesa reponga la medida cautelar (el stay) con lo cual la Argentina podría salir del default técnico mientras se avanza en la negociación. Sin dudas, una muy buena noticia para que empresas y provincias puedan emitir deuda en moneda extranjera.

Claro que para cerrar el capítulo de deuda, Macri deberá conseguir que el Congreso elimine la “ley cerrojo” (esta no le permite hacer oferta a los bonistas). En este sentido, es una buena noticia las divisiones que está teniendo el Frente para la Victoria –FPV- (es el bloque mayoritario con 108 diputados y 42 senadores) pues le permite al gobierno conseguir quórum necesario que, sumado al acuerdo con algunos gobernadores opositores, aumenta las probabilidad de lograr mayoría simple para “voltear la ley”.

Legar a un acuerdo y liberar la cuenta financiera es un es un paso necesario para quitarle presión al BCRA. Recordemos que por el desorden financiero del gobierno, el BCRA es el principal financista del Tesoro generando una clara dominancia fiscal de la política monetaria que complica los planes de moderar la expansión de los agregados monetarios. En un contexto de presión tributaria y gasto récord,  el gobierno eligió un camino gradual para reducir el enorme déficit fiscal para lo cual será sumamente necesario el acceso al financiamiento voluntario para moderar la magnitud del ajuste. Claro que para lograr el éxito se requiere perseverancia a la hora de reducir el gasto, especialmente en subsidios.

Así las cosas, a dos meses de asumir se notan importantes avances para normalizar los fundamentals: liberalización del mercado de cambios, unificación cambiaria, ajuste de tarifas y oferta a los bonistas mientras se avanza en cuestiones institucionales básicas como la reforma del INDEC. Son pasos necesarios para ordenar la economía y generar las condiciones para volver a la senda de crecimiento.

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