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SE DESTAPÓ LA OLLA

Los hechos se suceden de manera imprevista, con declaraciones altisonantes que hubiesen parecido extrañas tiempo atrás e implicancias políticas que parecen llegar hasta el entorno mismo de la ex Presidente. Las complicaciones de Lázaro Báez en la Justicia por presunto lavado de dinero, asociación ilícita y encubrimiento traen novedades a diario, y desataron un verdadero fuego cruzado entre el empresario y varias figuras políticas del anterior Gobierno.

Las acusaciones de Báez contra Ricardo Echegaray, actual presidente de la Auditoría General de la Nación (AGN), y contra Alicia Kirchner, gobernadora de Santa Cruz, y las respuestas de éstos retroalimentan las controversias. Parecen postergar la esperada reaparición pública de CFK o condicionar el despliegue posterior de su figura. Por lo menos, eso es lo que se especula en el universo político.

Báez está en el centro de la tormenta desde abril de 2013, cuando PPT, el programa de Jorge Lanata, exhibió los testimonios de Federico Elaskar y Leonardo Fariña cuando admitían su participación en una trama de lavado de dinero y establecían un vínculo concreto entre Báez y los Kirchner. Días más tarde, el juez Sebastián Casanello allanó los domicilios de Elaskar y Fariña, y los de la empresa SGI, supuesta base de las operaciones ilegales. En el argot periodístico, el lugar tomó el nombre de “La Rosadita” y el caso no descendió en términos de visibilidad pública. Más aún tras la salida del Poder Ejecutivo de Cristina.

La aparición de un video en el que se ve a Martín Báez, hijo del empresario, y a otras personas de su entorno, contando millones de dólares y euros en la financiera de Puerto Madero, proporcionaron más ingredientes. Lo que trata de probarse es el origen ilegal del dinero y la complicidad de los funcionarios públicos para establecer ese circuito. En el video se puede ver a Fabián Rossi, señalado como responsable de armar sociedades destinadas a esconder el dinero en negro; a Sebastián Pérez Gadín y Daniel, su padre, contador de Báez, y Martín Báez, hijo del empresario. Los cuatro fueron citados a indagatoria en la misma causa.

“Va a terminar preso”, aseguró Echegaray, cuando se lo consultó sobre el tema. Y señaló que había sido su gestión al frente de la AFIP la que había posibilitado el avance de la investigación. La respuesta de Báez no se hizo esperar. “Yo puedo explicar mi patrimonio. Echegaray y Alicia Kirchner no”, fue una de sus intervenciones.

El Gobierno de Santa Cruz rescindió en las últimas horas 24 contratos de obras públicas en las que estaba involucradas las empresas de Báez en otro capítulo más de la polémica y de un enfrentamiento que parece sin vuelta atrás. Echegaray tampoco la tiene fácil en términos políticos. Ya son varios los sectores partidarios que pretenden alejarlo de su cargo al frente de la AGN. El secretario de Asuntos Políticos de la Nación, Adrián Pérez, señaló que el funcionario “no tiene idoneidad” para la función y pidió su desplazamiento. Lo mismo sostuvo Carrió en las últimas horas. Echegaray, también santacruceño, ocupa el cargo en representación de la oposición.