Analytica

UNA NUEVA ETAPA

La reunión del lunes entre el Presidente y su amplio gabinete económico con los principales empresarios del país vino a suturar una herida (leve, si la comparamos con las que se abrían a diario en el kirchnerismo, pero herida al fin) que se había generado en torno a la responsabilidad de los empresarios en las subas de precios y a los trascendidos, más mediáticos que reales. Se especulaba que la relación entre el Gobierno y los empresarios estaba virtualmente frizada.

Una vez más, el Gobierno tomó nota de un error: el de haberle endilgado responsabilidad, nada menos que a través del Presidente, a los empresarios en la creciente inflación. Dio marcha atrás, los convocó a todos a Olivos y dijo que “la responsabilidad primaria” en la larga batalla contra los precios es suya.

El Gobierno necesita, y mucho, a los empresarios: sin gasto público expansivo para recurrir y sin el facilismo de aumentar el empleo público, si la economía y el empleo crecerán será por responsabilidad de los empresarios, y vaya que el Gobierno está interesado en que eso suceda.

Asimismo, y con la “agenda financiera” a punto de concluirse, el Gobierno quiere abrir una etapa en la cual la prioridad sea la economía real y el driver que la lidere sea la inversión. Y, para ello, mejor llevarse bien con los empresarios. Obviamente, no es suficiente. Por eso ha recurrido en los últimos días a políticas activas para sostener el mercado interno pues no hay inversión sin demanda efectiva detrás.

Se abre una nueva etapa entre el Gobierno y los empresarios. El trabajo coordinado deberá ajustarse para que unos y otros entiendan sus necesidades. Ayuda que muchos funcionarios hayan pasado por el sector privado. En los próximos meses veremos si la nueva etapa redunda en más inversión y empleo privado.