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LA OTRA BRECHA

Habiendo heredado un déficit fiscal récord, el principal desafío de la política económica es revertir “la otra brecha”, es decir lograr que los ingresos crezcan por encima del gasto primario. Las dificultades aumentan cuando la presión tributaria es muy elevada y dos tercios del gasto primario es muy poco flexible. Pese a todos estos obstáculos, el resultado fiscal de los primeros cuatro meses del año marca cierta mejora. Sin olvidar que el desequilibrio fiscal sigue siendo muy elevado, es una buena señal que el gobierno apunte a sanear las cuentas públicas al tiempo que cambia la política de financiamiento, lo que deriva en una menor presión al BCRA.

Concretamente, el resultado fiscal “caja” del Sector Público Nacional de abril registró un déficit primario (antes del pago de intereses) de $12.758 M, unos $7.172 M menor al de un año atrás. Esta mejora fue posible gracias a que los ingresos crecieron 24% i.a. mientras que el gasto primario lo hizo al 13% i.a., mostrando el menor incremento interanual de los últimos 13 años. En el primer caso, se destacó la mayor recaudación por el IVA  y por aportes y contribuciones a la Seguridad Social seguido por retenciones y los impuestos a los créditos y débitos en cuentas corrientes bancarias. Recordemos que gran parte de la desaceleración de la recaudación (en el primer trimestre había crecido al 30% i.a.) obedeció al ajuste en el impuesto a las ganancias que apenas subió 9% i.a.

En cuanto al gasto primario, la notable desaceleración de abril se la dio el gasto “elástico” que, por la caída de las importaciones de combustibles, menor transferencia a provincias y estancamiento en los subsidios económicos e inversión real, mostraron una caída, prácticamente inédita, del 11%. El gasto “inelástico” por su parte creció 32% i.a. en línea con lo que lo venía haciendo los meses anteriores impulsado principalmente por jubilaciones y subsidios sociales mientras que el gasto en salarios subió 21% i.a.

Con este resultado, en el acumulado de los primeros cuatro meses del año los ingresos mostraron un alza del 29% i.a., 5 pp por encima al del gasto primario. En otros términos, por primera vez en la última década, “la otra brecha” fue favorable a los ingresos (recordemos que entre 2005 y 2015 el gasto primario creció en promedio 5 pp. más que los ingresos). Al igual que en abril, lo que permitió revertir el signo de “la otra brecha” fue el pobre desempeño del gasto “elástico” que en lo que va del año aumentó 6% i.a., en tanto que el gasto en salarios, jubilaciones y subsidios sociales lo hizo al 31% i.a. A pesar de este esfuerzo en la dinámica entre ingresos y gastos, el resultado primario del primer cuatrimestre fue deficitario en $62.403 M, levemente inferior al del mismo período del año pasado. La buena noticia es que, considerando el incremento en el PBI nominal debido a la aceleración inflacionaria, en término del PBI el déficit primario bajó de 5,4% a 4,8% de acuerdo a las estadísticas que maneja el Ministerio de Hacienda.

Considerando los intereses, en los primeros cuatro meses de este año se pagaron $38,500 M, 22% más que en el mismo período del año pasado, por lo que el resultado global (sin considerar los ingresos por rentas de la propiedad del FGS y del BCRA) arrojó un rojo de $102,500 M, casi $5,000 M más que el acumulado entre enero y abril del año pasado.

Así las cosas, el gobierno mantiene su receta de gradualismo fiscal. Sin duda que deberá seguir trabajando para mantener el mejor desempeño relativo de los ingresos respecto a un gasto primario que seguramente en los próximos meses comenzará a tomar envión de la mano del gasto de capital, en especial en obras de infraestructura. De hecho, en un escenario optimista en que los ingresos mantengan el mejor desempeño relativo al gasto primario, el déficit primario de los próximos 8 meses totalizaría $180.000 M en tanto que si retoma el camino de acelerar el gasto por encima de la recaudación el mismo subiría a $280.000 M.

El propio Ministro Prat Gay a principios de año presentó las metas para 2016, este año el déficit fiscal permanecerá muy elevado debido a ciertos avances en términos de menor presión tributaria y recorte de gastos. Sin duda, en 2017 deberá mostrar resultados mucho mejores que, en un escenario optimista, llegará de la mano de la recuperación de los ingresos a través del despegue del nivel de actividad.

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