Analytica

EL AÑO DE LA VERDAD (ELECTORAL)

Por: Observatorio Electoral Consultores

Comienza un año 2017 que, en lo político, está caracterizado por las elecciones legislativas de medio término. Se trata de elecciones que son importantes de un modo paradojal: todos saben que poco y nada cambiará con ellas, ya que es improbable que el gobierno pueda revertir su situación desfavorable en el Congreso Nacional. Aún haciendo una muy buena elección, Cambiemos (por sí mismo) está lejos de lograr una mayoría propia en Diputados, y no tiene posibilidad alguna de lograrla en Senadores. Sin embargo, se espera el resultado de la votación con ansiedad. Por sus consecuencias simbólicas, y no necesariamente materiales.

La mayor parte de las elecciones se realizarán el domingo 22 de octubre, con primarias previstas para el mes de julio (fecha no estipulada aún). A nivel nacional se renovarán la mitad de los diputados (127 sobre 257), un tercio de los senadores (24 sobre 72), y a nivel provincial algunos distritos renovarán legisladores, concejales y otras autoridades municipales; algunas provincias podrían adelantar sus elecciones locales. Entre las ocho provincias que renovarán senadores, está la estratégica Buenos Aires, sobre la que estarán depositadas todas las miradas; las otras siete son Formosa, Jujuy, La Rioja, Misiones, San Juan, San Luis y Santa Cruz. Pero, reiteramos, la razón por la que todos mirarán Buenos Aires es su peso simbólico y no sus consecuencias institucionales. Podría darse la siguiente curiosidad: que Sergio Massa haga una muy buena elección en Buenos Aires y se convierta en un presidenciable para 2019, pero que ingrese al Senado con un bloque renovador de tamaño ínfimo y sin capacidad de incidir.

Los alineamientos partidarios son difíciles de definir, dada la fragmentación del universo peronista y la juventud del espacio Cambiemos. Sin embargo, a modo orientativo, la última encuesta mensual de Observatorio Electoral, realizada en los días 22 y 23 de diciembre de 2016 (1051 casos, medición telefónica, ámbito nacional urbano) preguntó por intención de voto por partido político o alianza electoral, logrando los siguientes resultados a nivel nacional: el 37,0% votaría por Cambiemos, el 15,8% por el Frente para la Victoria, el 11,4% por el  Frente Renovador, el 10,4% por el Partido Justicialista, el 3,5% por el  Frente de Izquierda, el 2,4% por el espacio GEN – Progresistas, el 7,2% por otros sellos partidarios, y el 12,3% respondió no saber. Como podemos ver a partir de la evolución de los resultados, no hay grandes cambios entre las tres últimas mediciones.

Hay que destacar que estas respuestas son orientativas, porque la experiencia muestra que muchos votantes identifican mejor sus preferencias por candidato que por partido. Indican, en principio, que la marca Cambiemos está bien instalada, y que que la sumatoria de las referencias panperonistas (FPV, PJ, Frente Renovador) obtiene casi tanto apoyo como el oficialismo. Sin embargo, la aritmética más precisa de la intención de voto solo podrá trazarse cuando se conozcan mejor los candidatos. Faltan algunos meses, en los que se deberán fijar menor los términos de la elección. ¿Se ampliará la coalición Cambiemos, o prevalecerá la estrategia purista? ¿Lograrán confluir los diferentes sectores del panperonismo, al menos en parte? ¿Podrá terciar el massismo entre ambas fuerzas? ¿Tendrá el oficialismo suficientes nombres como para presentar una oferta atractiva al electorado en los 24 distritos? Estos y otros interrogantes que deberán resolverse en los próximos meses son los que nos permitirán saber a que tipo de elección nos enfrentamos, y cómo deberá desempeñar el oficialismo para poder considerarse victorioso. En una votación que pondrá en juego, finalmente, cuál es el tamaño del capital político presidencial.

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