Analytica

LA ESTANFLACIÓN ENTRE NOSOTROS

Este año la economía entrará en recesión. A diferencia de 2009 cuando la crisis internacional impacto de lleno, en ésta oportunidad el retroceso se dará por causas endógenas (ver “La mano de dios”, Analytico #264). Ya en 2012 había dejado atrás las tasas chinas por el freno de la inversión y las exportaciones. Pero ahora se suma que el enfriamiento del consumo como consecuencia de la pérdida de poder adquisitivo de las familias.

La fuerte caída en las reservas internacionales obligó al BCRA a aplicar un ajuste monetario con devaluación (+ 54% interanual promedio a abril) y suba de tasas de interés para evitar una crisis de balance de pagos. Esta receta no hizo más que acelerar el enfriamiento de la actividad.

El ajuste de fines de enero logró una Pax Cambiaria, pero aceleró la inflación y no pudo mejorar las expectativas. Por lo tanto, la economía real sufre el rigor de la restricción externa y fiscal, generando un escenario de estanflación. Si bien esperamos cierta mejora en el segundo trimestre, el actual contexto será característico en la transición a 2015.

La construcción había mostrado signos de recuperación en 2012 pero el encarecimiento de las propiedades y terrenos después de la devaluación le asestó un duro golpe. Desde 2011, las escrituras en capital federal cayeron más de 60% y tiene pocas chances de remontar habida cuenta de la disparada del tipo de cambio y la falta de financiamiento. Si bien los créditos ProCreAr son una buena iniciativa, su alcance es muy límitado. Sin transacciones, la actividad del sector sigue cayendo. Concretamente, el Índice de Actividad de la Construcción (ISAC) habría cerrado el trimestre con una caída del orden de 3% quebrando el leve repunte de 2012 (+5%) cuando subió impulsada por el “previsible” incremento en la obra pública. Para lo que resta del año, las perspectivas no son alentadoras debido al alza en los costos de la construcción y el freno en la obra pública.

Para la industria la situación es similar y todo indica que 2014 será el tercer año consecutivo de caída en la actividad. En marzo, la producción industrial registró la octava baja interanual consecutiva (-5,9%) y la peor performance desde agosto de 2002 (-3,1% en el acumulado del trimestre). La industria tampoco escapa con una retraccion de 14% en la producción automotriz, en tanto que el resto de las ramas promediaron una baja de 1%. Incluso aquellos que exhiben subas como la industria siderúrgica y la textil, lo hacen debido a la baja base de comparación de 2013. Se espera que en los próximos meses la actividad terciaria se mantenga en una tendencia bajista debido a que se mantendran las restricciones a las importaciones y la demanda seguirá anémica.

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La devaluación de principios de año tampoco pudo oxigenar los volúmenes exportados. Concretamente, las exportaciones de manufacturas industriales -que representan poco más de un tercio de las ventas externas totales-, cayeron 11% en marzo y acumulan una contracción del 7%

Por el lado de la demanda las noticias tampoco son alentadoras. Los datos de consumo muestran que hay un freno importante tanto en la venta de bienes durables (autos, motos, electrodomésticos) como en no durables, destacándose la fuerte retracción en autoservicios. El único alivio parece llegar gracias al Programa de Precios Cuidados que se ha transformado en una maquinaria comercial muy interesante.  Los productos involucrados muestran considerables aumentos en sus ventas, lo que ha despertado el interés en participar de muchas empresas de consumo masivo. En un escenario de estanflación las familias se vuelven más cuidadosos buscando que la caída en su salario real repercuta lo menos posible en que su nivel de consumo. Es probable que el gobierno siga apoyándose en esta medida, que si bien muestra algunos resultados positivos también ha demostrado ser insuficiente para poder resolver el problema de la inflación.

En este contexto, el primer trimestre habría concluido con una contracción del nivel de actividad del orden de 0,5% i.a. y probablemente el año culmine con una baja de 1,0%.

La mayor oferta de dólares del agro y las emisiones de deuda de YPF en los mercados internacionales es el camino que eligió el gobierno para poder aumentar las reservas internacionales y con ello aliviar las restricciones a las importaciones.. Estabilizar el mercado cambiario es una condición necesaria pero no suficiente para devolver a la economía  a la senda del crecimiento sostenido. El objetivo de fondo debe ser corregir los desequilibrios macroeconómicos (no sólo la inflación) y con ello mejorar las expectativas.