Analytica

EL ESCENARIO DE UNA ELECCIÓN SIN CFK

Por Julio Burdman

El presidente Macri recordó el 1ro de mayo en el estadio de Ferro, junto al sindicalista ruralista «Momo» Venegas, y citando a Perón en su discurso. No es nueva la relación entre Macri y Venegas. El «Momo», además de ser sindicalista y virtual titular del RENATRE, es un dirigente político; de hecho, preside un partido político fundado por él, denominado FE, que es uno de los cuatro integrantes de la mesa directiva del frente Cambiemos -los otros tres son PRO, UCR y Coalición Cívica. Lo que vimos ayer fue algo que no debiera sorprender: un acto de Cambiemos organizado por uno de sus socios integrantes de la coalición.

Pero puede entenderse, también, como un recordatorio de que Cambiemos tiene una terminal peronista. A medida que crecen en probabilidad las versiones que sostienen que Cristina Kirchner no será candidata por la provincia de Buenos Aires, en Cambiemos vuelve la ilusión de una transversalidad macrista. La razón es clara: sin CFK en el juego, aumentan las chances de que los retazos del peronismo se unan. En territorio bonaerense, esto implicaría como mínimo que los precandidatos peronistas más cercanos a la ex Presidenta -Scioli, Magario- como los que están algo lejos -Randazzo, Domínguez- competirían dentro de un mismo frente. Y eventualmente podría significar, también, que esa unión absorbiera a dirigentes y votantes que hoy ostenta el Frente Renovador.

¿Esto implica rebobinar para intentar el viejo plan Monzó? No necesariamente. Un sector cambiemita, línea Casa Rosada, sostiene que la posible abstinencia de CFK no cambia el discurso ni la estrategia oficialistas. A lo sumo, la actualiza.

Dice esta lectura que una lista encabezada por dirigentes otrora kirchneristas se combatiría con el mismo mensaje «anti-pasado» que si estuviera ella. Porque ella, después de todo, estaría obligada a apoyar la lista  Y eso no impediría, agregan, desplegar una campaña con reminiscencias a la de 2015.

Ese argumento podría funcionar -parcialmente- en la provincia de Buenos Aires, sobre todo si Scioli fuese el candidato principal. Sin embargo, no sería extensible a todos los distritos. Si CFK liderase el peronismo bonaerense, sería leído como un liderazgo nacional que inhibiría la unificación peronista en diferentes provincias. Pero no sería el caso si ella no estuviese. Por eso, Macri saca a relucir sus efectos personales peronistas, en el contexto de una búsqueda de transversalidad macrista para las elecciones. El plan Monzó era más ambicioso e incluía al mismo De la Sota. En esta oportunidad, Venegas y el ministro más empoderado del gabinete, Rogelio Frigerio, tienen el encargo de conseguir candidatos peronistas que secunden al macrismo. Que será dominante en las listas de los dos distritos que importan al PRO, CABA y Provincia, pero tiene cielos abiertos en el resto del país.

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