Analytica

DÉFICIT COMERCIAL EN MÁXIMOS? NO POR MUCHO TIEMPO…

En plena campaña electoral algunas declaraciones sobre la dimensión del déficit comercial puesto en perspectiva histórica alertaron sobre una posible “avalancha importadora”. Más allá del puesto en el “ranking”, el déficit escalado en términos de PBI luce alto: se ubica en torno al promedio de los 90’s cuando la paridad que se fijó al inicio del régimen de convertibilidad se encontraba severamente atrasada. En Analytica creemos que parte del deterioro observado es de naturaleza transitoria y esperamos que se revierta, al menos parcialmente. Más allá de que el desempeño del complejo exportador no fue el esperado, la mejora vendría por el lado de las importaciones las cuales se vieron afectadas por factores puntuales que esperamos jueguen a favor el año próximo.

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Si observamos el comportamiento agregado de las importaciones no parece haber nada sospechoso: en el acumulado del año, las cantidades crecen 9% mientras que el PBI lo hace en torno del 3%.La dinámica está en línea con los valores históricos de las elasticidades. Por otra parte, en valor, el PBI en dólares crece a un ritmo anual del 17% mientras que las importaciones lo hacen al 15%. Sin embargo, al inspeccionar la composición de las cantidades surgen algunas observaciones interesantes: i) los combustibles caen en torno del 5%, ii) los autos crecen por encima del 40%, iii) los bienes de capital se expanden 15%; arrastrando a las piezas y partes. Este último caso es especialmente relevante ya que explica el 40% de las importaciones totales.

Por un lado creemos que la liberación del precio de los combustibles contribuirá a que la tendencia decreciente en las importaciones de combustibles continúe. A su vez, algunos factores puntuales, cómo los climáticos y gremiales, jugarán a favor. Por otra parte, las tasas de crecimiento observadas en ii) y iii) no lucen sostenibles: en el primer caso, esperamos que el repunte de la economía brasileña encarezca los autos de las gamas medias y bajas que son típicamente importados desde ese país. En el segundo caso, la aceleración en el crecimiento de los bienes de capital podría estar explicada   no solo por el despegue inversor, sino también por varios años de CEPO cambiario y represión financiera que “envejecieron” artificialmente los bienes de capital. Un entorno macro “razonable” puede estar generando las condiciones para restablecer el normal funcionamiento de algunas plantas que venían postergando estas decisiones debido a todo tipo de restricciones impuestas para “vivir con lo nuestro”.

En resumen, teniendo en cuenta que Brasil parece haber tocado piso y el proceso de reposición de equipamiento desgastado es un fenómeno de naturaleza transitoria, máxime con estos niveles de utilización de capacidad instalada, esperamos que las importaciones “peguen la vuelta” permitiendo ubicar al déficit comercial a niveles acordes con un esquema de flotación libre y una economía creciendo en torno al producto potencial.