Analytica

Macri vs. CFK.

Por Observatorio Electoral consultores.

El ejercicio del poder, sin dudas, desgasta. Y en especial cuando se lo ejerce en el contexto de una crisis económica. El llano, por el contrario, permite oxigenar las consideraciones públicas. Una vez transcurrido un tiempo prudencial.

La imagen del presidente Mauricio Macri, como hemos mostrado en informes anteriores, ha venido declinando sistemáticamente a lo largo de los últimos meses a partir de fines de diciembre de 2017, momento en que tuvo lugar la compleja votación de la reforma previsional en el Congreso. Desde ese momento, la popularidad presidencial se sumió en una pendiente. En  nuestra medición de los últimos días de junio, sobre 1268 entrevistas telefónicas automatizadas, Macri llegó al 28,3% de imagen positiva y una imagen negativa del 57,3 %, lo que representó el punto más bajo desde que comenzó nuestro ciclo de mediciones de la popularidad de Macri como presidente, a principios de 2016.

Simultáneamente, se viene registrando en los últimos meses una ligera recuperación de la imagen de Cristina Fernández de Kirchner. Y aunque no se trata de un giro abrupto, tenemos que su imagen positiva  aumentó, mientras que su imagen negativa descendió. En la medición antes citada, la ex presidenta cuenta con 35,6% de imagen positiva y 52,4% de imagen negativa. Esto significa que, hoy, CFK tiene un balance de popularidad superior al de Macri.

La pregunta a responder es cómo se conjuga esto con la intención de voto. Es difícil hacer una encuesta de escenarios electorales mientras no están los candidatos instalados. Aun así, hicimos hace poco el ejercicio y nos dio que un 29% votaría la reelección de Macri, un 23% a CFK, 15% por otro peronista y el resto decía no saber. Pero luego preguntamos por un eventual ballotage entre ambos, algo más concreto. Y tal como muestra el gráfico adjunto, lo que hoy surgiría de eso es un virtual empate.  Macri obtendría un 42,8% y Cristina Kirchner un 43,8%, con 13,5% de indecisos.

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Estos números sugieren que los escenarios  están abiertos. Cambiemos siempre trabajó desde la premisa de que se fortalecía al enfrentar a la ex presidenta. Y que ese eventual ballotage, imaginario o real, era su activo. Pero en el marco de la crisis económica y el derrumbe de las expectativas, la premisa comenzó a diluirse. No sabemos cuál es el futuro, pero ese presente ya cambió.