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SANZ Y COBOS, POR LA CANDIDATURA RADICAL

En el Frente Amplio Unen hay dos radicales –Julio Cobos y Ernesto Sanz– anotados para obtener la candidatura presidencial en las primarias. Es de esperar que muchos de sus correligionarios en algún momento ejerzan presión para que se presente uno sólo y evitar así que el voto radical se divida, favoreciendo a Hermes Binner o, eventualmente, a Elisa Carrió si decide presentarse. Otros, por el contrario, entienden que la única instancia en la cual se puede dirimir la candidatura entre los dos mendocinos es en las PASO.

En el cobismo no tienen dudas de que el exvicepresidente debe ser el candidato porque es quien muestra la mayor intención de voto según todas las encuestas y que Sanz, aun siendo presidente del partido, todavía no es lo suficientemente conocido. Los cobistas asumen que en la estructura partidaria tienen poco apoyo pero creen tener mucho entre los sectores independientes que le reconocen a Cobos haber jugado un papel positivo para la pacificación del país con su voto “no positivo” en el caso de la 125 y por haber permanecido en el cargo para el que había sido electo más allá del hostigamiento del kirchnerismo.

Cobos apuesta a que en la medida en que se consolide la percepción de que él es quien más votos puede lograr, muchos radicales –aun aquellos que le siguen cuestionando su alianza con Néstor y Cristina Kirchner– lo terminen apoyando por conveniencia. El cobismo destaca que es amplia mayoría en Mendoza, el pago chico de ambos aspirantes. Cuenta con el respaldo del cordobés Oscar Aguad, la máxima expresión de la derecha partidaria y, curiosamente, también con el de quienes se consideran progresistas, como los alfonsinistas bonaerenses. En este último caso, más que afinidad ideológica con Cobos hay un fastidio con Sanz, a quien no le perdonan haber amagado con disputarle la candidatura presidencial a Ricardo Alfonsín en 2011. Pero no hay mucho más en materia de apoyo partidario para Cobos, como quedó en evidencia en su acto de lanzamiento en el que hubo pocos radicales de peso.

En el caso de Sanz, la situación es la inversa. Las encuestas sobre intención de voto lo muestran rezagado pero la mayoría de la estructura del radicalismo lo apoya. Sus estrategas pretenden dinamizar la campaña –con mucho énfasis en las redes sociales y la vía pública– luego del Mundial para acortar las diferencias con Cobos y llegar a fin de año en una situación de paridad. Cerca del senador consideran que han avanzando en los últimos meses al hacer más conocido a su candidato, que tiene una muy buena imagen entre los sectores politizados de la sociedad y que a partir de ese reconocimiento puede intentar crecer sobre los demás. Un argumento al que recurre el sanzismo es que cuenta con el apoyo del aparato, factor decisivo para ganar las primarias frente a los candidatos de los otros partidos que conforman la alianza y que no cuentan con esa estructura. La previsible respuesta de los cobistas es que los aparatos pesan poco cuando se trata de primarias abiertas y obligatorias.

Otro argumento que esgrime Sanz es que si bien Cobos tiene mayor intención de voto en el electorado general, en esta etapa lo que vale son los apoyos que se consigan entre quienes efectivamente van a votar en las primarias del Frente Amplio Unen. Recientes encuestas entre quienes se mostraron inclinados por votar en las primarias del FAU, la ventaja de Cobos sobre Sanz es de sólo cuatro puntos –14% a 10%–. Sanz, además, está más identificado con la construcción del FAU, que es un espacio que la sociedad valora.