Analytica

MENOS EXPORTACIONES, MAS RECESIÓN

El panorama externo se sigue complicando. Alejadas las expectativas de un acuerdo con los holdouts que agilice el ingreso de capitales, la situación empeora por la caída de las exportaciones. Para proteger las reservas internacionales que se ubican en un nivel reducido, el gobierno sigue restringiendo las importaciones y profundiza el ciclo recesivo. El problema es que la oferta de divisas continuará en baja aumentando la presión sobre las reservas, el tipo de cambio y el nivel de actividad.

Tras la fuerte disminución que tuvo en los primeros 5 meses del año, en julio el saldo comercial volvió a mejorar y marcó un superávit de USD 803 M, más del doble al de un año atrás. Al igual que en junio, la mejora la determinó la aceleración en la caída de las importaciones (mientras que entre enero y mayo cayeron al 7% i.a. en los últimos dos meses bajaron al 11% i.a.) en tanto que las exportaciones marcaron una reducción de 9% i.a. Con este resultado, en los primeros siete meses del año el excedente comercial llegó a USD 4.500 M, USD 1.000 M menos que en el mismo período del año anterior.

El problema de fondo es la pobre performance de las exportaciones, que no dan señales de recuperación. De hecho, en julio cayeron 9% i.a., acumulando en el año una merma del 10% i.a. La buena cosecha de soja permitió que las ventas externas del complejo suban 20% i.a. (más de USD 2.100 M) en tanto que el resto de los rubros bajó 20% i.a. ( una pérdida de USD 7.000 M). Dentro de este grupo se destacan cereales (-50% i.a., USD 3.800 M), manufacturas industriales (-15% i.a., USD 2.200 M) y combustibles (-15% i.a., USD 500 M).

Los menores envíos de manufacturas industriales obedece exclusivamente a las cantidades; en lo que va del año mostraron una contracción récord de 20% i.a, mucho peor a la que tuvieron en 2009 y en 2002. Analizando los envíos por sectores, se destaca que la pobre performance no es exclusiva de autos ni tampoco de Brasil. Concretamente, las exportaciones del sector automotriz -que concentran 40% del total industrial- tuvieron una caída del 20% i.a. Los demás rubros industriales presentaron una baja promedio de 10%, destacándose la fuerte contracción de metales y maquinaria en tanto que los productos químicos (excluyendo biodiesel) están estancadas.

Cuando se analizan las exportaciones industriales por destino, destacamos que la contracción no es exclusiva “responsabilidad” de Brasil. De hecho, las exportaciones a Brasil –concentran la mitad de los envíos del sector- presentaron una caída del 14% i.a., en tanto que las destinadas al resto de los países de América Latina –concentran más de un tercio de los envíos del sector- bajaron 20% i.a. Incluso las exportaciones de autos a estos destinos disminuyeron 30% i.a. mientras que las destinadas a Brasil lo hicieron al 18% i.a.

En lo que resta del año no prevemos que las exportaciones puedan despegar. Al atraso cambiario y pobre dinamismo de las ventas industriales, se suma la tendencia negativa que muestran los precios de las materias primas y de la soja en particular, que en el último mes acumuló una merma del 20% por lo que la oferta de divisas comerciales continuará bajando. Con menor oferta de divisas y sin financiamiento externo, el gobierno seguirá limitando la demanda para importaciones de bienes (pese a que la Organización Mundial de Comercio ya alertó al país que está violando las leyes del comercio global).

En función de estas perspectivas, estimamos que la caída en el nivel de actividad se intensificaría en los próximos trimestres. La restricción externa es cada vez más activa y aleja la recuperación. La transición se sigue complicando.

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