Analytica

SIN SINTONÍA

El único instrumento que el gobierno elige para reducir la inflación es el congelamiento, tanto del tipo de cambio como de las tarifas públicas. La contracara del tipo de cambio fijo es el creciente atraso cambiario, a la vez que para contener las tarifas se necesitan cada vez más subsidios. En este contexto, el principal perjudicado es el balance del BCRA dado que pierde reservas y debe emitir cada vez más para financiar al Tesoro.

Concretamente, en los primeros dos meses del año los subsidios económicos aumentaron 40% anual. Si bien implica una desaceleración de 17 pp respecto del incremento que tuvieron durante 2014, siguen subiendo muy por encima de la recaudación y con ello el déficit del Tesoro se profundiza. A diferencia del año pasado, cuando los subsidios energéticos aumentaron 77% i.a. explicando casi 90% del incremento total, lo que está dinamizando esta cuenta son los subsidios al transporte que entre enero y febrero aumentaron 51%. En relación a la  la “moderación” que mostraron el año pasado (fueron los únicos que crecieron por debajo de la inflación), la historia parece estar cambiando. Dentro del sector transporte, se destaca la dinámica del automotor que prácticamente duplicaron sus transferencias, y los giros corrientes a Aerolíneas Argentinas que en sólo dos meses totalizaron $836 M, 230% más que en el mismo período del año pasado. Pese a la fuerte caída registrada en el precio internacional y de las importaciones de combustibles, los subsidios al sector energético subieron 34%.

Siendo el gasto en subsidios el más “elástico” de las erogaciones del Tesoro, el comportamiento que mostraron en los primeros meses del año alejan las chances de cierta corrección fiscal. Estimamos que el gasto vuelva a crecer por encima de la inflación en 2015. En este contexto, y con la recaudación aflojando por la menor inflación y la caída de exportaciones, el déficit fiscal sigue en aumento y con ello, el BCRA continúa bajo presión. De hecho, mientras que en el primer bimestre de 2014 las transferencias del BCRA al Tesoro fueron de $4.800 M, ahora alcanzaron casi los $22.000 M.

Si bien esperamos que el Tesoro emita cada vez más deuda para aliviar la carga del BCRA, la dinámica de las cuentas públicas sigue siendo una amenaza latente para la transición y también para el próximo gobierno.

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