Analytica

UN LARGO CAMINO A OCTUBRE

Luego de las PASO y con el oficialismo corriendo con ventaja, las miradas económicas empiezan a focalizarse en las cartas que logre mostrar Daniel Scioli en una eventual sucesión de CFK. El clima del fin de la transición se lo pondrá la dinámica de la economía en un trimestre complejo para el mercado de cambios. La administración ordenada del dólar será el principal activo que querrá defender el oficialismo.

Concretamente, tal como lo comentamos en el Analytico#329 (“Un trimestre turbulento”), en los próximos meses la transición tendrá su prueba de fuego. Pasada la temporada alta de liquidación de las cerealeras, la caída de los precios de las materias primas y la fuerte devaluación de la moneda brasileña (con el real en R3.50, la competitividad del  tipo de cambio de Argentina respecto a Brasil ya se ubica en el mismo nivel que a fines de 2001), las presiones sobre el tipo de cambio aumentan, potenciado por la ya clásica dolarización de carteras preelectoral. El ajuste del tipo de cambio es un escenario probable.

De hecho, luego de que en la primera quincena de julio el agro liquidó USD150 M por día, en la segunda mitad del mes cayó a USD90 M diarios, tendencia que se afianzó en la primera semana de agosto con apenas USD69 M diarios. Al mismo tiempo, la venta de “dólar ahorro”, que en julio había alcanzado el récord de  USD 680 M, en los primeros siete días de agosto fue de USD 380 M, 25% más que en el mismo período del mes anterior. Este contexto se siente en el BCRA, que tiene que vender cada vez más divisas: en los últimos 15 días ya se desprendió de cerca de USD 800 M, la peor performance desde enero de 2014, en vísperas de la devaluación del 20%. Pese a estas operaciones, las reservas internacionales apenas cayeron debido a que se habría activado un nuevo swap con el Banco Popular de China.

Con cada vez menos dólares comerciales, la “salud” del mercado cambiario dependerá crucialmente de las señales económicas de los principales candidatos. Como decimos en “Final Abierto”, pese a la buena performance del frente “Cambiemos”, el oficialismo cosechó los votos que suponíamos, con lo cual mantenemos como escenario más probable un triunfo de Daniel Scioli. Si bien los mercados locales el día lunes cerraron en alza, el repunte fue generalizado en todas las bolsas del mundo e incluso se estabilizó el real brasileño tras la intervención del BCB. El mercado de deuda, por el contrario, se movió con mucha cautela, sin que se registren subas importantes tanto en bonos soberanos en dólares como en los “dollar-linked”.

Al tiempo que el BCRA administra la escasez, la política monetaria es cada vez más expansiva por la creciente asistencia al Tesoro. De hecho, la Base Monetaria ya crece por encima del 43% i.a. No vemos esta dinámica se modifique en el corto plazo. Así las cosas, el BCRA seguirá vendiendo divisas para contener la brecha cambiaria.

Con esta dinámica en marcha, en particular Scioli deberá comenzar a dar señales de que lo que viene en materia económica registra una dosis de cambio. La impaciencia de los mercados sumado a la volatilidad típica de los meses previos a las elecciones pueden ser una combinación muy difícil de administrar para un gobierno en salida y con escasos grados de maniobra para revertir expectativas. Las señales que se den en los próximos días serán determinantes. Un aspecto crucial es la definición de su equipo económico (no es un dato menor si el futuro de Axel Kicillof está en el Congreso o en el Ministerio). Será un camino largo en el que la prudencia sigue siendo la mejor estrategia.

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