Analytica

SIN LLUVIA, NO HAY ARCOIRIS

Las correcciones son una parte importante de cualquier ciclo alcista. De la misma forma, que en un mercado bajista, observamos cada tanto fuertes recuperaciones. Pero estas interrupciones no implican un cambio de la tendencia. Pensemos en ciclos, como entre 1929-1949 (bajista) o entre 1982-1999 (alcista). En estos largos periodos fueron varias las interrupciones observadas en la tendencia de largo pero sólo se produjo un quiebre cuando los fundamentales económicos y tecnológicos cambiaron radicalmente.

Por estos días se está discutiendo nuevamente si lo que observamos es una interrupción o quiebre. Han pasado 1.000 días desde la última corrección significativa (>10%) en el S&P 500. El disparador para una nueva “interrupción” puede ser cualquier evento que imaginemos en el horizonte. Nadie sabe a ciencia cierta cuál será. Hoy, por ejemplo, se especula con la mora en el pago de la deuda de una filial del Banco Espirito Santo pueda ser el “evento” para la ansiada corrección.

¿Qué hacer? Mientras nos dure la calma, lo adecuado es armar un plan para cuando las cosas se pongan feas y perdamos, momentáneamente, la tranquilidad.

¿Cuál es el plan? Dependerá de los precios de entrada, nuestra propia historia como inversores, el nivel de riesgo que estamos dispuestos a tolerar y los plazos que nos hemos puestos para alcanzar un objetivo de rentabilidad.

Un ejemplo cercano en este tipo de situaciones fue el reciente rechazo a tratar el caso de Argentina vs. Holdouts por parte de la Corte Suprema de los EE.UU. Hay quienes decidieron vender el mismo día del rechazo y desde entonces han permanecido afuera, expectantes. Este plan es puede ser bueno o malo, pero es racional. Si uno no está dispuesto a tolerar los elevados niveles de volatilidad de la deuda argentina, es mejor vender. En cambio, quienes vendieron y luego compraron al ritmo de rumores o trascendidos pueden considerarse afortunados o desdichados de acuerdo al resultado, pero no inversores. Puede funcionar una vez, dos o tres veces, pero en el mediano plazo (digamos 5 años), va a ser mejor dedicarse a otra cosa a menos que deseen enriquecer a su bróker.

Nuestra visión del equity americano, reforzado por las recientes minutas de la Reserva Federal, sigue siendo positiva, una apuesta a largo plazo. La economía americana crea empleo y la inflación aun no presiona para ver un cambio en la estructura de tasas hasta 2015. Aunque la valuación pueda parecer cara, descartamos una burbuja. Esta es nuestra visión y una corrección puede generar nuevas oportunidades de entrada.

Por el lado de los bonos, no hemos visto el sell-off que esperábamos. Todo lo contrario. Los bonos largos acumulan un +11% en el año frente al +7% del S&P 500. Esto demuestra que la combinación de baja inflación y una Reserva Federal “dovish” es un catalizador poderoso para los bonos. Don´t fight the FED. En el equity nos ha ido bien, en los bonos, este año, perdemos por KO.

Diego Alejandro Falcone

El presente material contiene información que se presenta en forma de reseña y no pretende ser acabada y definitiva. La misma, no tiene como finalidad ni podrá ser utilizada a los fines de asesoramiento para potenciales inversores. Las declaraciones sobre futuro y proyecciones incluidas, son sólo meras proyecciones y de ninguna manera constituyen garantías de actividades y/o hechos futuros. Se advierte que tales proyecciones están y estarán, según sea el caso, sujetas a diversos riesgos, incertidumbres y factores, con la posibilidad de que los resultados reales sean material y contrariamente diferentes a los resultados futuros expresados o implicados en dichas proyecciones.