Analytica

AHORA INFLACIÓN Y PARITARIAS

Finalmente el gobierno levantó el cepo cambiario. Fue una jugada arriesgada pero necesaria, pues el BCRA no podía seguir perdiendo reservas. Lo hizo luego de subir las tasas de interés y asegurarse un importante puente de divisas entre el agro y bancos internacionales que le dan espaldas al BCRA para contener la demanda. Aunque los problemas de fondo de la economía siguen en pie, los primeros resultados son alentadores: el ajuste cambiario fue menor al esperado, incluso bajó luego del salto inicial y el BCRA dejó de perder reservas internacionales. Con una mezcla de ortodoxia monetaria y cierta heterodoxia en las políticas públicas, el gobierno intentará contener las expectativas inflacionarias y evitar complicaciones en las próximas paritarias. Ésta es la madre de las batallas en los críticos primeros 100 días.

El cambio era inevitable. El tipo de cambio oficial intervenido era un “regalo”. La tendencia que mostraba el mercado cambiario desde julio era cada vez peor y obligaba al BCRA a perder cada vez más reservas, lo que aumentaba las chances de una crisis cambiaria en el corto plazo. La última semana de julio fue un punto de inflexión luego de siete meses “tranquilos”, en los que el excedente cambiario le permitió al BCRA comprar más de USD2,000 M y subir las reservas en más de USD2,500 M. A partir de eses momento la dinámica se complicó cada vez más: en las dos semanas previas a las PASO el BCRA pasó a vendió USD81 M por día, entre las PASO y las primarias del 22 de octubre las ventas subieron a USD91 M diarios, entre las primarias y el balotaje USD120 M y desde que Macri fue electo presidente y la primer semana de gestión vendió a razón de USD150 por rueda. Como concecuencia de esta sangría las reservas bajaron de USD34,000 M a USD24,000 M, de las cuales las “líquidas” no superaban los USD1,500 M en un contexto en el que la brecha entre el tipo de cambio oficial y el paralelo superaba 40%.

Tras asumir la presidencia el 10 de diciembre, el nuevo gobierno armó el primer paso para desatar el nudo cambiario. Como lo planteamos en el Analytico #345 (“10 para el 10”) se necesitaban al menos un colchón de USD10,000 M para encarar la normalización cambiaria. La sorpresa favorable fue que el gobierno logró bastante más de lo esperado. El primer paso fue acordar con el agro la eliminación de las retenciones para todos los granos salvo para la soja que la redujo 5% a cambio de acelerar la liquidación de la cosecha vieja y de la actual tras la apertura del cepo. Al mismo tiempo, desde el Ministerio de Economía y del BCRA, comenzaron las gestiones con bancos extranjeros y con China. En total, el equipo económico prometió reforzar las reservas internacionales en los próximos 30 días entre USD15,000 M y USD25,000 M.

Vale destacar que los préstamos de bancos internacionales eluden el bloqueo de Griesa dado que será el BCRA quien emita las letras en moneda extranjera.  Por diferentes fallos de la justicia americana, la entidad logró demostrar que no es “Alter ego” del Tesoro y esto le permite emitir letras en el exterior. Además, de captar divisas, el BCRA también mejorará el balance al convertir las letras intransferibles (que suman USD64,000 M) en bonos con cotización.

El puente financiero fue complementado con la suba de las tasas de interés como mecanismo de contención de la demanda de Pesos. Por ello, en la última licitación de letras subió las tasas de interés de corto plazo al 38% en tanto que las de largo plazo las ubicó en 35% anual.

Con estos antecedentes, el jueves 17 el gobierno anunció el levantamiento de la mayoría las restricciones cambiarias y unificó el mercado cambiario. A partir de ahora todo vuelve a regir con mayor normalidad. Habrá un sólo tipo de cambio para todas las operaciones, no habrá recargo para la compra de divisas para atesoramiento o viajes mientras que las empresas no necesitarán autorización para giro de dividendos o para las importaciones. Al respecto, vale aclarar que tendrán acceso libre aquellas compras externas nuevas, es decir para las que se realicen a parti de la fecha, mientras que para las que están pendientes de pago se les ofrece un Bono del Tesoro en dólares a suscribir en pesos al tipo de cambio oficial de la fecha o un cronograma de pagos creciente hasta junio (a partir de entonces, quedará totalmente liberado el acceso).

Como era de esperar, en la primera jornada de la era “post cepo”, el tipo de cambio oficial subió de $9,80 a $13,70, con la “sorpresa” de que no aumentó más e incluso en las dos ruedas posteriores bajó hasta $12,80. Sin duda un triunfo del nuevo equipo economíco que logró evitar el “overshooting”. Lo que está detrás de este resultado es la fuerte oxigenación del mercado de cambio con la liquidación de las cereraleras que tras estar prácticamente ausente desde noviembre (liquidaron USD90 por semana) aparecieron con una oferta de USD481 M. Esta tendencia continuará en las próximas semanas dado el acuerdo que suscribió el gobierno con las cerealeras. Por otro lado, la demanda de dólares de los importadores se encuentra contenida hasta que se normalice la nueva normativa. La otra buena noticia es que aun no se nota una mayor demanda para atesoramiento y/o turismo, dos cuentas que tuvieron a mal traer al mercado en los últimos meses.

El gobierno respira; pudo abrir el cepo y devaluar menos a lo esperado. El puente de divisas, sumado al salto del TC y las buenas perspectivas que genera el nuevo equipo económico al encarar las negociaciones con los Holdouts, permiten suponer que hasta marzo no faltarán divisas y que el BCRA recuperará reservas internacionales. El tipo de cambio contenido es un punto clave en la negociación con empresas y trabajadores. Pero la madre de todas las batallas es bajar las expectativas de inflación sin generar un impacto significativo en la actividad económica. La herencia es compleja, casi 30% de inflación y una expansión monetaria arriba del 40% en 2015, que se suman al impacto del ajuste de tipo de cambio y de las tarifas a partir de enero. El gobierno deberá lograr un acuerdo entre empresas y trabajadores justo en Enero cuando gran parte de estas fuerzas confluyan en registros de inflación elevados.  Alcanzar en un entendimiento social es la clave para el éxito del nuevo programa económico. Se vienen tres meses en el que el protagonista no será el dólar, sino el peso.

 graf1