SENSACIÓN DE INFLACIÓN?
Por: Observatorio Electoral Consultores
La encuesta de fines de noviembre de Observatorio Electoral (relevamiento de datos los días 29 y 30 de noviembre, telefónica, 1012 casos efectivos, ámbito nacional) no arroja demasiadas novedades respecto de la del mes anterior. La imagen positiva del Presidente sufrió una ligera caída: a fines de octubre ostentaba un 45,2% y ahora un 42,5%. Pero destacamos que cierra el año con tendencia estable y que sigue siendo uno de los presidentes más populares de la región. Algo similar podemos decir de la aprobación de gobierno, que pasó de 51,4% el mes anterior a 47,7% en la última medición: cae un poco, pero sigue bien.
La percepción económica personal y familiar de los consultados sigue siendo, en líneas generales, mala, como ocurrió a lo largo de todo el año, pero experimentó una ligera mejora respecto del relevamiento previo. A fines de octubre, solo un 11,3% de la muestra decía estar mejor que un año antes, y 55,5% que estaba peor; un mes después, hay un 13,3% que dice haber mejorado, contra un 52,2% que percibe un empeoramiento de sus condiciones económicas. El otro dato que se mantiene estable son las perspectivas optimistas para el año próximo, particularmente en el segmento oficialista del electorado. Solo uno de cada diez votantes de Macri en el ballotage es pesimista sobre el 2017 económico; el resto, se divide entre los moderadamente optimistas y los optimistas definidos. Lo cual explica a qué se refieren los estrategas políticos del macrismo cuando hablan de reeditar el «partido del ballotage» el año entrante: la base de sustentación del Presidente sigue estando en sus votantes del año 2015.
Hay, no obstante, un número nuevo en la encuesta: el retorno de las preocupaciones por la inflación. Para el 22,1% de los consultados, la inflación es el principal problema del país. Un alza de 5 puntos respecto de la mediciòn anterior. Y pasó a ser la preocupación más mencionada, desplazando a la inseguridad, el desempleo y la corrupción.
Como muestra el gráfico adjunto, uno de los éxitos políticos de la política económica en 2016 había sido dominar esa preocupación, algo que se logró a mediados de año. Entre febrero y julio, la inflación era por lejos la principal preocupación de los argentinos, llegando a cifras notoriamente altas en las encuestas (35,5% de menciones en febrero y 34,1% en julio). Pero en agosto, esa percepción había sufrido un derrumbe. La sociedad percibió una clara desaceleración en los aumentos de precios, y comenzó a poner su mirada en otras preocupaciones. Todas estas percepciones, cabe destacar, se correlacionaban con los datos duros que arrojaban las mediciones oficiales y no oficiales de inflación.
Pero la preocupación no había desaparecido por completo, ya que en los meses de septiembre y octubre experimentó ligeras alzas, y en la última semana de noviembre se profundizó. ¿Cómo interpretar estas encuestas? Lo que dicen es que la sociedad siente aumentos de precios cuando consume, y además teme que la inflación vuelva. Una señal de alarma: la gestión económica debe orientar sus esfuerzos a que la población confíe en que las políticas antiinflacionarias son efectivas. Como lo había hecho en agosto.
