Analytica

EL DESPEGUE

Tras el ajuste del primer semestre y la estabilización en la segunda mitad del año, esperamos que en los próximos meses la economía gane impulso. Con un panorama fiscal mucho más claro gracias al blanqueo de capitales y al menor costo de financiamiento, la inversión será la gran protagonista en 2017. Para los primeros meses del año esperamos un despegue del crédito al sector privado y de la construcción que traccionarán la actividad económica mientras el consumo se recupera gradualmente.

El 2016 cerró con una contracción del nivel de actividad en torno al 2,5% anual, muy similar a la 2014 (2,6%), siendo el cuarto año desde 2009 en que el PBI se retrajo. Si bien esta performance fue mucho más dura a la que anticipamos, prácticamente todo el ajuste se concentró en el primer semestre y en la segunda mitad del año llegó la estabilización. Concretamente, mientras que en el segundo semestre de 2015 el Estimador Mensual de la Actividad Económica (EMAE) había caído 1,6%, entre enero y junio del año la retracción se profundizó a 2.8%. De esta forma el retroceso acumuló 4,3%, muy similar a la dinámica de 2014.

La lectura del vaso medio vacío dice que la recuperación no fue  rápida, es decir que la evolución que siguió en el EMAE fue en forma de “L”. De hecho tuvo un amague en agosto pero en septiembre volvió a resentirse y en octubre no tuvo muchas novedades. Es que con sólo bajar la inflación no alcanza para acelerar el despegue; eran necesarias algunas medidas de estímulo como la baja en las tasa de interés en pesos  y fomentar la producción local (por ejemplo, se tardaron 10  meses en poner en marcha la ley pyme, no se hicieron avances sustanciales en acciones concretas que repercutan en la competencia leal entre las pymes y las grandes empresas). La buena noticia es que en los últimos dos meses de 2016 comenzaron surgir nuevos brotes verdes de la mano del campo y la industria automotriz que dejó de caer y comenzó a recuperar parte de terreno perdido.

Teniendo la certeza de que lo peor ya pasó, nuestras perspectivas para este año siguen siendo muy alentadoras dado que se aclaró el panorama para varios sectores. En primer lugar, ayudado en parte por la muy mala performance del año pasado, el sector de la construcción será el que lidere el despegue. La combinación de estabilidad cambiaria, repunte del crédito hipotecario, fuerte estímulo a la obra pública tanto en infraestructura como en vivienda y el empuje que le dará el blanqueo de capitales (ya sea por los que usarán esos fondos para la compra de viviendas como por los que elijan la opción de adquirir un fondo común de inversiones para desarrollos inmobiliarios y evitar la multa) serán los partícipes de un alza de entre el 15% i.a. y el 20% i.a.

Con la construcción (concentra el 60% de la inversión) en recuperación, la inversión en maquinaria y equipo seguirá aportando al crecimiento. De hecho, pese a complicado contexto macroeconómico del año pasado, este tipo de inversión aumentó más de 4% i.a. Considerando el menor costo de financiamiento y el despegue del crédito al sector privado, estas podrán tener un dinamismo mucho mayor al de 2016. Con todo esto, esperamos en 2017 un nuevo salto en la inversión (+20% i.a.) que le dará el envión necesario a la economía –y al gobierno- para que el PBI logre la mayor expansión de los últimos seis años. Lógicamente, parte de esta será recupera el terreno perdido desde mediados de 2015.

Con la inversión como pivote, el nivel de empleo debería mejorar. Éste factor se suma a paritarias que se ubicarán entre 3 y 4 pp por encima de la inflación para impulsar la recuperación del consumo, luego de un 2016 para el olvido, y que empiece a traccionar previendo un alza del 3% i.a. en 2017.

Sin perder de foco  el necesario saneamiento de las cuentas públicas, creemos que la prioridad del nuevo gabinete económico es que la actividad retome impulso de la mano del sector privado. Para ello debe acelerar una reforma impositiva que premie la inversión productiva, mejorar el marco de defensa de la competencia y desburocratizar los créditos blandos para Pymes. El remedio para la volatilidad en el crecimiento es la inversión y la productividad.

graf1