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EL REPUNTE EXPORTADOR

De la mano del agro, de la recuperación de Brasil y de mejores precios, las exportaciones se recuperan y el saldo comercial vuelve a ser favorable. Esto, sumado al ingreso de capitales por el canal financiero le dará estabilidad al tipo de cambio. Con este panorama, el gobierno debe avanzar en la búsqueda de nuevos mercados y desarrollar las ventajas comparativas para que las exportaciones den un nuevo salto y reviertan el déficit en la cuenta corriente.

Concretamente, potenciadas por la mejora del tipo de cambio real que generó la devaluación de fines de 2015, la quita de retenciones y liberación del mercado de cereales, en 2016 las exportaciones Argentinas quebraron 4 años de caída y repuntaron 2% i.a, alcanzando los USD57,700 M. Si bien la magnitud del incremento luce muy pobre, lo más destacado fue que las cantidades exportadas subieron 7% i.a. (el mejor desempeño desde 2009) y permitieron compensar la caída de 5% i.a. en los precios.

La mejora en las cantidades exportadas fue generalizada, pues hubo rubros que despegaron como es el caso de los productos primarios y manufacturas agropecuarias, otros que dejaron de caer como Combustibles y otros que moderaron la caída como las manufacturas industriales. De hecho, impulsados por los envíos de trigo y maíz, las ventas de productos primarios subieron 23% i.a.  mientras que las manufacturas agropecuarias lo hicieron al 4% i.a. y las de combustibles tuvieron un alza marginal de 2% i.a. luego de caer a razón de 15% por año entre 2012 y 2015. Las manufacturas industriales moderaron la retracción al 3% luego de bajar al ritmo del 15% anual los dos años previos.

Vale remarcar que la dinámica de las ventas industriales fue de menor a mayor a lo largo del año pasado, mostrando un fuerte repunte en la segunda mitad del año reflejo que los ajustes cambiarios no tienen un efecto inmediato sino que tienen un proceso. De hecho, tras caer al 18% i.a. en los primeros tres meses (continuando la tendencia de los 10 trimestres precedentes en los que bajaron al 15% promedio), en el segundo trimestre moderó la caída al 5% i.a. y ya en los últimos dos trimestres de 2016 subieron 2% y 9% i.a. respectivamente (dejamos de lado el alza del 14% i.a. en diciembre pues la base de comparación es muy favorable).

Al igual que las exportaciones, las cantidades importadas también repuntaron pero no lograron compensar la fuerte caída en los precios. Concretamente, mientras el volumen de importaciones subió 4% i.a. impulsado por la compra de autos, bienes de consumo y de capital, los precios bajaron 10% debido principalmente a la caída de 30% i.a. en los precios de los combustibles. Con todo esto, las importaciones totalizaron USD55,600 M, 7% menos que en 2015.

En síntesis, con exportaciones en alza e importaciones bajando, tras marcar un déficit de USD3,000 M en 2015, el año pasado la Argentina recuperó el superávit comercial que sumó USD2,100 M y le permitió reducir el déficit en la cuenta corriente de USD16,000 M a USD13,500 M (2,6% del PBI).

Con las mejores noticias que llegan desde Brasil (repunte de la producción industrial y de la ventas del sector automotriz), con el dólar debilitándose contra la mayoría de las monedas y con los precios de las commodities un escalón por encima a los del año pasado (en enero el Indice de Precio de las Materias Primas subió 13% i.a.), corregimos al alza nuestras perspectivas para las exportaciones. Para 2017 estimamos un alza del 10% en las ventas externas que alcanzarían los USD64,000 M en tanto que con el repunte de nivel de actividad las importaciones lo harán al 12% i.a. por lo que el saldo comercial tendría un saldo favorable de USD1,200 M.

Si bien el contexto internacional luce incierto por el impacto de las medidas que adopte Trump, por ahora seguimos manejando un escenario sin mayores complicaciones. Con el saldo comercial favorable y con el superávit previsto en la cuenta capital y financiera dado los flujos netos previstos tanto del sector público como del sector privado, con el BCRA manteniendo su política de tipo de cambio flotante, esperamos que la cotización del dólar se mantenga estable a lo largo del año, comenzando a subir recién en el tercer trimestre aunque cerraría el año en torno a $17,5. Sin dudas, la estabilidad del tipo de cambio será un aliado que tendrá el BCRA para controlar las expectativas de inflación.

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