Analytica

GOLPE AL CORAZÓN

Desde principios de año el mercado laboral muestra las consecuencias de la recesión que comenzó a fines de 2013. La situación se agrava con el pasar de los meses. En el segundo trimestre el salario real, al igual que el nivel de empleo, aceleró su caída. Ambos efectos son un cocktail letal para el consumo, el corazón del modelo kirchnerista. Si el gobierno no logra reactivar la economía la situación se agravará.

El poder de compra de los asalariados registró una baja promedio 6% interanual desde principio de año. En junio se aceleró la caída llegando a 8%, una merma incluso mayor a la de la crisis de 2008/9. Es que el cierre de paritarias no pudo compensar la aceleración en la inflación que causó la devaluación a comienzos de año. Por caso, el sindicato de empleados de comercio, el que cuenta con mayor cantidad de afiliados, cerró un aumento de 27%, lo que implica una merma mayor al 11% en términos de poder de compra.

El fuerte aumento de la inflación encontró a los sindicatos con menor poder de negociación que otros años, pues la principal preocupación es mantener los puestos de trabajo. En 2013 la creación de empleo fue incluso menor que durante 2008/09. La tendencia se mantiene este año, en los primeros seis meses el empleo registrado no creció respecto a igual periodo del año pasado. De todas formas algunos sectores muestran un deterioro, por caso el menor nivel de consumo produjo una caída en el empleo registrado en comercio, restaurantes y hoteles en el segundo trimestre. Al mismo tiempo la construcción sigue expulsando trabajadores, la cantidad de obreros registrados cae en promedio 7% cada tres meses desde 2012.

La situación del mercado laboral se vuelve más compleja dado que la administración pública fue la mayor fuente de empleo desde que CFK llegó a la presidencia. Por caso, en el primer trimestre el empleo en el sector público creció 3% mientras, como dijimos previamente, se mantuvo constante en el sector privado.

Si bien el empleo a nivel agregado se mantiene constante los efectos de la recesión provocaron un aumento en las suspensiones. En junio la tasa llegó a 7%, el valor más alto desde setiembre de 2009. Al mismo tiempo un reciente informe de la CTA muestra que los conflictos laborales crecieron 37% en los primeros seis meses del año respecto a igual periodo de 2013.

El  menor nivel de producción disminuye la productividad por trabajador. Por lo tanto no es de sorprender  que un alto porcentaje de las suspensiones se produzcan en el sector automotriz. La producción de autos cayó 21% en la primera mitad de año, reduciendo fuertemente la producción física por obrero empleado. El análisis de la productividad por sector muestra que es el que sufrió la mayor merma, -14% en el primer trimestre. En los próximos meses también habrá que seguir de cerca al sector productor de maquinaria que otro entre los más afectados, -10%.

Si la recesión se prolonga más de lo esperado la productividad por trabajador tendrá una fuerte caída. Generando más presión sobre la rentabilidad de las empresas. Las iniciativas como el Repro son importantes para sostener el nivel de empleo pero insuficientes para contener las consecuencias de un largo periodo de estancamiento. Un aumento en las suspensiones y despidos profundizará la caída. Así las cosas, la transición deja en knock out al mercado interno, el corazón del modelo económico del kirchnerismo.

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