LIBEREN A GRECIA, FUE SUFICIENTE
Desde 2008 el PBI de Grecia, medido en dólares, se contrajo un 47%, la producción industrial un 32% y el empleo 24%. Aun así, Grecia no pudo obtener un superávit de cuenta corriente suficiente para repagar sus compromisos financieros.
Es hora de que Europa y Grecia tomen caminos diferentes.
En estos cinco años hemos pasado del pánico a la esperanza y finalmente al aburrimiento. Cansa el ir y venir de políticos y negociadores entre Atenas y Berlín sin que se pueda resolver la cuestión de fondo.
Grecia no debería formar parte del Euro porque nunca cumplió con los requisitos que el tratado de Maastricht imponía a los estados miembros. Si alguna vez lo hizo fue gracias al ardid contable que algún banco de inversión americano invento para que el gobierno griego demostrara una disciplina fiscal alemana con un nivel de gasto italiano. Imposible.
Pero algo hemos avanzado. Hoy el riesgo de contagio esta mucho más contenido que en 2008/9. Nadie habla de que España, Portugal o Italia puedan caer si Grecia no alcanza un nuevo acuerdo con sus acreedores.
Bienvenido el Dracma y la posibilidad de hacer política fiscal y monetaria. El Euro es un acuerdo monetario donde solo se benefician los más productivos, es decir Alemania. Los otros miembros deben vivir del crédito. Pero esto se termino para Grecia y por lo tanto, no hay incentivos para quedarse.
Sera un proceso doloroso, un ajuste desordenado donde tendrán que sortearse obstáculos logísticos mayúsculos. Por ejemplo, en Argentina durante el final de la convertibilidad al menos teníamos la ventaja de tener la moneda impresa y en circulación. En el caso de Grecia habría que atravesar un periodo de transición donde convivan las dos monedas, hasta que la circulación de la nueva pueda suplantar al Euro. Un problema que se añade a tantos otros.
Pero la agonía debe terminar así los mercados pueden mirar hacia adelante y buscar las oportunidades que toda destrucción creadora puede ofrecer. Es así como se sale de una crisis. El resto es realismo mágico.
Conclusión. Estamos tranquilos aunque preocupados. La salida de Grecia del Euro no está en los precios de los activos globales pero no vemos efecto contagio. En la medida que el resto de Europa este a salvo, el impacto será controlado.
Diego Alejandro Falcone